Nos encontramos bajo las influencias del
tránsito del Sol por el signo de Libra. Es por ello, que vamos a dedicar una
serie de artículos a analizar, desde varios puntos de vista, las
enfermedades más comunes relacionadas con este signo.
Los textos astrológicos coinciden en asignar
al signo Libra las siguientes zonas fisiológicas: Rige los riñones, las
glándulas suprarrenales, la región lumbar, la piel, los uréteres y el sistema
vasomotor.
Las aflicciones que pueden clasificarse bajo
el signo de Libra son determinadas extensamente por los planetas que puedan
estar afligidos en este signo. La enfermedad de Bright, lumbago, supresión de
la orina, nefritis, diabetes, cálculos renales y uremia, pueden ser causados
por las aflicciones de Libra.
Para el desarrollo de este artículo, vamos a
centrarnos en el estudio de los trastornos de la región lumbar: la lumbalgia.
LUMBAGO
Wikipedia
La lumbalgia o lumbago es un término para el
dolor de espalda baja, en la zona lumbar, causado por un síndrome
músculo-esquelético, es decir, trastornos relacionados con las vértebras
lumbares y las estructuras de los tejidos blandos como músculos, ligamentos,
nervios y discos intervertebrales.
Se origina por distintas causas y formas
siendo las más comunes el sobre esfuerzo físico y las malas posturas. En el caso
de las mujeres, se puede desencadenar o agravar con el ciclo menstrual.
Personas que han nacido con espina bífida son muy vulnerables a poseer una
lumbalgia resistente en alguna etapa de su vida.
La lumbalgia puede estar producida en muchos
casos, por el Síndrome de miositis tensional (padecimiento caracterizado por
una sintomatología tendinosa, musculoesquelética o nerviosa, en el que destaca
el dolor de espalda).
Por otro lado existen fuentes o tipos de
dolor lumbar; el dolor facetario, en el cual existe una inflamación entre 2
articulaciones cigoapofisiarias (dolor específico), otro tipo de dolor lumbar
es el discógeno, donde el disco intervertebral posee una lesión que genera
dolor (dolor difuso, en una zona inespecífica), otra fuente de dolor es la
compresión radicular, donde la vértebra comprime la salida de los nervios que
se dirigen hacia las piernas (el dolor irradiado hacia las piernas) conocido
como ciática; otra causa de dolor puede ser una contractura muscular, una
disfunción de la articulación sacro-ilíaca, o por algún órgano que refleje su
disfunción en la zona lumbar, como los riñones e intestino delgado.
Clasificación por su duración:
En su presentación clínica puede ser:
Aguda: si dura menos de 4 semanas.
Subaguda: si dura entre 4 y 12 semanas.
Crónica: si dura más de 12 semanas.
Clasificación por sus características:
Los procesos lumbares pueden ser de distintas
maneras:
Lumbalgia aguda sin radiculitis: Dolor de
naturaleza lumbar de aparición inmediata (aguda), que se puede extender por la
extremidad inferior, muchas veces no más allá de la rodilla, habitualmente sin radiculitis.
Es producida por una torsión del tronco o un esfuerzo de flexo-extensión.
Compresión radicular aguda: Inflamación de
una raíz nerviosa de forma aguda, en un 90% causada por hernia discal.
Atrapamiento radicular: Irritación de la raíz
nerviosa por el desarrollo de procesos degenerativos (espondilosis).
Claudicación neurógena: debido a un dolor
muscular de naturaleza nerviosa.
Enric Corbera (Bioneuroemoción)
LUMBAGO
3ª Etapa (Movimiento/valoración).
El Lumbago es una contractura muscular, y
está dentro de un concepto de impotencia que afecta a una parte de la espalda.
Conflicto: El 80% Conflicto
relacionado con la sexualidad + Sentido de culpa.
Pierna izquierda = Colaterales, mujer,
marido, amantes.
El 20% Conflicto de dirección en la vida.
Cuando el dolor aparece al levantarse por la mañana seguramente ha habido un
conflicto sexual la noche anterior.
¡…Haced lo queráis pero hacerlo sin estrés…!
Porque el lumbago indica, que se está haciendo con un sentido de culpa.
Problemas de espalda: se suele sentir una falta de apoyo en la vida. Suelen ser personas que
se sobrecargan de trabajo y presión, más de la que pueden aguantar. Y sienten
este exceso de tensión en forma de dolor de espalda. Cargar demasiada
responsabilidad sobre nuestras espaldas revela un afán oculto de grandeza o
quizás un complejo de inferioridad. Las personas con dolores en la parte baja
de la espalda suelen padecer constantes problemas económicos en su vida, o al
menos esa es la percepción que ellos tienen. Sienten una falta de apoyo
económico.
LUMBALGIA
Algo central. Los
cimientos.
Resentir: "Me siento impotente y me doblego en los pilares de mi vida"
Louise L. Hay
LUMBAGO
Causa probable: La espalda, representa el apoyo de la vida. Miedo
al dinero. Falta de apoyo económico.
Nuevo modelo mental: Sé que la Vida siempre me apoya. Confío
en el proceso de la vida, que se ocupa siempre de todo lo que necesito. Estoy a
salvo.
Jacques Martel
LUMBAGO
La espalda representa el sostén y el soporte
de la vida. Es el lugar que me protege si me siento impotente frente a una persona
o una situación (doy la espalda) en caso de necesidad. Si mi peso es excesivo,
si carezco de “respaldo” o si no me siento bastante “respaldado”
(afectivamente, monetariamente, etc.), mi espalda reaccionará en consecuencia y
ciertos dolores (agujetas) pueden manifestarse.
Puedo tener la espalda ancha y ser capaz de
recibir o bien inclinarme humildemente, inclinarme por respeto o aceptación.
Poco importa el motivo, un dolor de espalda indica que quiero quizás salvarme
de algo colocándolo detrás mío, porque es con mi espalda que olvido las
experiencias que me causaron confusión o pena. Pongo todo lo que no deseo ver o
dejar ver a los demás, jugando así al avestruz.
Estoy profundamente herido, incapaz actualmente
de expresar estas emociones bloqueadas. Rechazo ver lo que me conviene. Acepto
liberar ahora las energías retenidas en los lugares que me duelen.
Una espalda flexible pero fuerte indica
cierta flexibilidad mental y una gran apertura mental contrariamente a las
rigideces dorsales que significan orgullo, poder y negación a ceder. Sentado
bien cómodamente, puedo tener la sensación de estar protegido, en total
seguridad. Sin embargo, aun cuando mi espalda sirva para soportar estas cosas
indeseables y jugar al “avestruz”, acepto ver lo que me molesta y expresarlo.
Actuando de este modo, me libero del peso que llevaba. La postura adoptada da
indicaciones sobre lo que vivo y sobre mi modo de transigir con las situaciones
de mi vida: si estoy en reacción frente a la autoridad, si quiero tener razón
frente a alguien o frente a algo, voy a “tensar la espalda” por orgullo. Si, al
contrario, vivo sumisión, si tengo miedo, si me siento débil, voy a “curvar la
espalda” y cuantas más grandes sean mis preocupaciones, más “me dolerá la
espalda”.
Ciertas personas integran más las
dificultades de la vida en la escritura, el diálogo o el intercambio. Elijo el
medio que mejor me conviene y dejo que la vida fluya en mí para aprender a
expresarme más y afirmarme cuando lo necesito. Acepto que la vida me sostenga
en cada instante y “levanto los hombros”, sabiendo que tengo la fuerza
necesaria para realizar todos mis proyectos.
PARTE INFERIOR DE LA ESPALDA.
Frecuentemente confundida con los riñones y
comúnmente asociada al dolor de riñones, esta área se sitúa entre la cintura y
el coxis. Es una parte del sistema de sostenimiento. Dolores en esta región
manifiestan la presencia de inseguridades materiales (trabajo, dinero, bienes)
y afectivas. “Tengo miedo de carecer de…” “Nunca lo conseguiré”, “Nunca
conseguiré realizar esto”. Expresan bien los sentimientos interiores vividos.
Estoy tan preocupado por todo lo material que
siento tristeza porque hay un vacío y este vacío me duele.
Incluso puedo fundar mi valor personal en el número
de bienes materiales que poseo. Vivo una gran dualidad, porque deseo tener
tanto la “calidad” como la “cantidad”, tanto en lo que a relaciones interpersonales
se refiere como a lo que poseo. Tengo tendencia a tomar demasiadas cosas sobre
mis hombros y tengo tendencia a dispersar mis energías. Intento hacerlo todo
para ser amado y me entretengo con la opinión que tienen de mí los demás.
También puede tratarse de una inquietud
frente a una u otras personas. Estoy preocupado por ellas y quizás tengo
tendencia en “coger los problemas de los demás sobre la espalda” y querer
salvarlos. Mi impotencia frente a ciertas situaciones de mi vida me vuelve
amargo y rehúso someterme, pero tengo miedo.
Este sentimiento de impotencia que puede llevarme
hasta la rebelión, podrá conducirme a un “lumbago” o un “dolor de cintura”. No
me siento sostenido en mis necesidades de base y mis necesidades afectivas.
Tengo dificultad en hacer frente a los cambios y a la novedad que se presentan
a mí porque me gusta sentirme en seguridad en mi rutina y mis viejas
costumbres. Esto revela frecuentemente que soy inflexible y rígido y que
quisiera ser sostenido a mi modo.
Si acepto que los demás puedan ayudarme a su
modo, voy a descubrir y tomar consciencia de que tengo el apoyo que necesito.
Así me vuelvo más autónomo y responsable. Si se trata de un pinzamiento de los discos
lumbares, pongo probablemente demasiada presión sobre mí mismo en hacer cosas
para que me amen.
Ya que se revela necesario un período de reposo,
aprovecho para mirar lo que está sucediendo en mi vida y volver a definir mis
prioridades. Al no sentirme sostenido, me vuelvo rígido (tieso) hacía los
demás.
¿Tiendo a culpar a los demás de mis
dificultades? ¿Me tomo el tiempo de expresar mis necesidades?
Acepto que mi único sostén viene de mí mismo.
Volviendo a tomar contacto con mi ser interior, establezco un equilibrio en mis
necesidades y reúno todas las fuerzas del universo que están en mí. Estas
fuerzas me dan confianza en mí y en la vida porque sé que me traen todo lo que
necesito: físico, emotivo, espiritual.
Estoy sostenido en todo momento.
Las 5 vértebras lumbares se sitúan en esta
área.
L1 = la primera vértebra lumbar L1 está
afectada cuando vivo un sentimiento de impotencia frente a alguien o a algo que
no me conviene y que tengo la sensación de no poder cambiar, que he de
soportar. Entonces, me vuelvo inerte, sin vida, gasto mucha energía con cosas
frecuentemente menores pero las aumento tanto que toman entonces proporciones catastróficas,
lo cual puede incluso hacer aparecer un sentimiento de desesperación. Puedo
vivir inseguridad frente a aspectos de mi vida, pero no tiene realmente razón
de ser.
Quiero controlarlo todo, pero esto no es humanamente
posible. Puedo también vivir conflictos interiores entre lo que quiero hacer y
que no me permito. Esto hace subir en mí frustración, agresividad e ira. Estos
sentimientos endurecen mi corazón si no me libero y amargan mi vida. Una
vértebra L1 en mal estado puede traer enfermedades relacionadas con las
funciones de digestión (intestino y colón) o eliminación (estreñimiento,
disentería, etc.).
Tomo consciencia del poder que tengo para cambiar
el curso de mi vida, y sólo la mía. Vuelvo a establecer mis prioridades para
canalizar bien mis energías.
L2 = El estado de la segunda vértebra lumbar
L2 depende mucho de mi flexibilidad frente a mí mismo y a los demás. La soledad
y la amargura generalmente causadas por una timidez pronunciada son también
factores importantes que pueden afectar L2.
Soy preso de mis emociones: al no saber cómo
vivirlas y expresarlas, y al ser éstas a veces vivas y explosivas, pongo máscaras
para protegerme y evitar que se pueda ver lo que sucede en mi interior. Mi
malestar puede hacerse tan grande que quiero “adormecer” mi mal con bebida,
drogas, trabajo, etc. y L2 hará entonces una llamada de socorro.
Tengo tendencia a ver las cosas en negativo y
a vivir en un estado depresivo que veo muy poco porque estoy en un papel de
víctima que no me obliga a pasar a la acción o a cambiar cosas en mi vida.
Igual como L1, un sentimiento de impotencia y
también mucha tristeza afectarán L2. Soy bastante amargo frente a la vida
porque estaría supuestamente disfrutando de los placeres de la vida pero,
frecuentemente, no me autorizo a ello a causa de mis obligaciones o por deber,
para mostrar el buen ejemplo. Debo aprender que no he de ser perfecto. A veces
puedo sentirme incapaz o impotente frente a una situación.
No he de culparme por ello o estar enfadado;
solo he de ser auténtico conmigo mismo y los demás y expresar simplemente mis
penas, mis alegrías, mis dudas, mis incomprensiones, mis frustraciones para
estar más abierto frente a los demás y para que L2 recupere vida también. Se
debe recalcar que una vértebra L2 en malas condiciones puede conllevar
enfermedades del abdomen, la apéndice o las piernas en donde podría ver
aparecer varices.
L3 = la tercera vértebra lumbar L3 se ve sobre
todo afectada cuando vivo situaciones familiares tensas o tormentosas. Me
impido decir o hacer cosas para no herir y no molestar a los demás. Pero al
hacer esto, me hago daño a mí mismo. Juego el papel de “buen chico” o “buena
chica” manifestando una gran flexibilidad. Pero me vuelvo “bonachón” lo cual me
causa frustración, sobre todo si debo poner mis deseos de lado. Y quizás, también,
me ponga de lado, particularmente a causa de mi gran sensibilidad, sin saber
mucho como dichas emociones estarán recibidas.
Me vuelvo “paralizado”, incluso impotente, en
mis emociones, en mi cuerpo, en mis pensamientos, lo cual impide que se
manifieste mi creatividad y todo lo vinculado a ella, en particular la
comunicación y la sexualidad que se quedan “rígidas” y “frígidas”.
Para superar el desánimo, debo tender los
brazos hacía los demás y atreverme a expresar mis emociones para que mi pleno
potencial creativo se despierte y se manifieste.
La mala condición de L3 puede conllevar
dolencias en los órganos genitales, en el útero (en la mujer), en la vejiga o
en las rodillas, tales como la artritis, la inflamación o dolores.
L4 = Cuando la cuarta vértebra lumbar L4 se
rebela, es frecuentemente porque tengo dificultad en transigir con la realidad
de todos los días. Puedo complacerme en un mundo imaginario y esto puede
llevarme a vivir en la pasividad, estando un poco cansado de ver lo que ocurre
alrededor mío.
Se instala cierta dejadez. “¿Por qué preocuparse
de todos modos?” Sufro los acontecimientos y no los creo, lo cual me puede
dejar un sabor amargo.
Igual como L4, necesito protegerme cerrándome
porque puedo fácilmente dejarme distraer o influenciar por lo que me rodea,
sobre todo por lo que la gente pueda decir de mí, y mi sensibilidad puede estar
altamente afectada. También me rompo la cabeza exageradamente y mi discernimiento
está a veces erróneo o carente porque mi mental es muy rígido, lo cual me
impide tener una visión global de una situación y en consecuencia soluciones o
posibles vías frente a ella. Entonces quiero controlar en vez de escuchar mi
voz interior.
Debo aprender a escuchar ésta para recuperar
el dominio de mi vida. Recupero mi poder de crear mi vía como quiero y recupero
el gusto de realizar grandes cosas.
Se debe observar que una vértebra L4 en mal
estado puede conllevar dolores en la región de mi nervio ciático y de la
próstata en el hombre.
L5 = Puedo preguntarme lo que sucede en mi
vida cuando la quinta vértebra lumbar L5 está afectada. ¿Tendría por casualidad
una actitud de desprecio o de pereza frente a una persona o una situación?
Puedo vivir un poco de celos, disgusto, frustración, pero sin embargo ya tengo
mucho, la vida me ha mimado y tengo dificultad en reconocerlo. Mi vida está
teñida de lujuria (en todos los niveles) y debo aprender a apreciar lo que
tengo, y a cultivar mis relaciones interpersonales: tengo dificultad sobre todo
en el plano afectivo a ser auténtico y a sentirme bien porque en el fondo de
mí, vivo una gran inseguridad y tengo dificultad en expresar lo que vivo. Por
lo tanto, tendré tendencia a ser algo depresivo ya que pasaré frecuentemente de
un cónyuge a otro sin saber demasiado porqué sucede esto, sintiéndome “correcto”
dentro de lo que estoy viviendo. Inventaré toda clase de guiones y mi atención siempre
estará centrada en los pequeños detalles anodinos, lo cual me impedirá
adelantar y pasar a otra cosa.
Cierta amargura puede ensombrecer mi vida e
impedirme disfrutar de ésta. Aprendo a saborear cada instante que pasa y a
apreciar toda la abundancia que forma parte de mi vida.
Un mal estado de L5 puede ocasionarme dolores
en las piernas, desde las rodillas hasta los dedos de los pies.
La parte inferior de la espalda también forma
parte del sistema del centro del movimiento. Si tengo dificultad en transigir
con la sociedad, tanto desde el punto de vista de las orientaciones por tomar
como del sostén que espero de ella, puedo vivir frustración o resentimiento. No
quiero “dealer” con ciertas personas o ciertas situaciones. Mis relaciones
personales con mi entorno padecen de ello. También puedo tener dificultad en
aceptar que voy sumando años. “Me hago viejo” y debo amansar lentamente la
noción de mortalidad.
Lisa Bourbeau
LUMBAGO
Bloqueo
físico: Cuando hablamos de dolor de espalda nos referimos
principalmente a la columna vertebral.
Bloqueo
emocional: La persona a la que le duele la parte BAJA de la
espalda, es decir, la región del sacro, es aquella para quien la libertad es
sagrada, y teme perder su libertad de movimientos cuando los demás necesitan su
ayuda. Con frecuencia es una persona que teme por su supervivencia. Sentir
dolor de la quinta lumbar a la undécima dorsal (de la parte baja de la espalda
hasta la cintura) está relacionado con el miedo a la escasez y con la
inseguridad material.
De hecho, como la
espalda es el sostén del cuerpo humano, cualquier dolor en ella se relaciona
con no sentirse bien sostenido. La parte baja se asocia con el área del
"tener". Por ejemplo: tener bienes materiales, dinero, un cónyuge,
una casa, hijos, un buen oficio, títulos, etc. El dolor en este lugar significa
que la persona necesita tener para sentirse apoyada, pero no se atreve a reconocerlo
o admitirlo ante los demás. Lo lleva todo sobre su espalda, porque quiere
hacerlo todo ella misma. Es muy activa en el terreno físico, puesto que su miedo
a la escasez se manifiesta sobre todo en el nivel material, que para ella
representa un buen apoyo. Por otro lado, tiene problemas para pedir ayuda a los
demás, y cuando por fin se decide a pedirla y no la recibe, se siente todavía
más inmovilizada y su dolor de espalda empeora.
Bloqueo
mental: Si te duele la parte BAJA de la espalda, la región
del sacro, en lugar de creer que vas a perder tu libertad ayudando a alguien, toma
más conciencia de tus límites; exprésalos a la persona adecuada y actúa en
consecuencia. Recuerda que si quieres cosechar ayuda debes haberla sembrado
antes. Es posible que en el pasado hayas vivido la experiencia de sentir que se
aprovechaban de ti, pero este miedo a revivir esa misma experiencia te impide
dar, lo cual te ayudaría a recibir más. Si temes por tu supervivencia, date
cuenta de que es sólo tu parte afectiva dependiente la que cree que no puedes
sobrevivir solo. Tienes todo lo necesario para lograrlo. En lo que respecta al
dolor en la parte baja de la espalda y la cintura, tiene que ver con aceptar
que tienes derecho a querer "tener" bienes materiales o a alguien
para sentirte seguro y apoyado. Así podrás disfrutarlo más. Aun cuando en lo
más profundo de ti creas que no está bien querer demasiado lo material, deberás
comenzar por darte el derecho de tenerlo para que después puedas ser capaz de
sentirte sostenido sin todos esos "haberes". En lugar de creer que
nadie se ocupa de ti, te sugiero que comiences a hacer más demandas. No
obstante, ten en cuenta que no porque pidas algo los demás, deben dártelo. Es
posible que algunas personas con menor necesidad de "tener" no
comprendan tus necesidades. Si te concedes el derecho de tener esas
necesidades, te será más fácil explicarlas.
INFINITAS GRACIAS!! Me brindo mucha CLARIDAD!
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