lunes, 8 de enero de 2024

UCDM. Libro de Ejercicios. Lección 8

LECCIÓN 8

Mi mente está absorbida con pensamientos del pasado.

1. Esta idea es, obviamente, la razón de que veas únicamente el pasado. 2En realidad nadie ve nada. 3Lo único que ve son sus propios pensamientos proyectados afuera. 4El hecho de que la mente esté absorbida con el pasado es la causa del concepto erró­neo acerca del tiempo de que adolece tu visión. 2Tu mente no puede captar el presente, que es el único tiempo que hay. 6Por consiguiente, no puede entender el tiempo, y, de hecho, no puede entender nada.

2. El único pensamiento completamente verdadero que se puede tener acerca del pasado es que no está aquí. 2Pensar acerca del pasado, por lo tanto, es pensar en ilusiones. 3Muy pocos se han dado cuenta de lo que realmente supone visualizar el pasado o prever el futuro. 4De hecho, la mente está en blanco al hacer eso, ya que en realidad no está pensando en nada.

3. El propósito de los ejercicios de hoy es comenzar a entrenar a tu mente a reconocer cuando no está realmente pensando en abso­luto. 2Mientras tu mente siga absorbida con ideas sin contenido, la verdad permanecerá bloqueada. 3Reconocer que tu mente ha estado simplemente en blanco, en vez de seguir creyendo que está llena de ideas reales, es el primer paso en el proceso de allanar el camino a la visión.

4. Los ejercicios de hoy deben hacerse con los ojos cerrados. 2Ello es así porque en realidad no puedes ver nada, y es más fácil reco­nocer que por muy vívidamente que puedas visualizar un pensa­miento, no estás viendo nada. 3Con el mayor desapego que puedas, escudriña tu mente durante el habitual minuto más o menos, notando simplemente los pensamientos que allí encuen­tres. 4Nombra cada uno por la figura central que contenga, y luego pasa al siguiente. 5Da inicio a la sesión de práctica diciendo:

6Parece que estoy pensando en _____

5. Luego describe detalladamente cada uno de tus pensamientos. Por ejemplo:

3Parece que estoy pensando en [nombre de la persona], en [nombre del objeto], en [nombre de la emoción],

y así sucesivamente, concluyendo al final del período de bús­queda mental con:

4Pero mi mente está absorbida con pensamientos del pasado.

6. Esto puede hacerse cuatro o cinco veces en el transcurso del día, a menos que te resulte irritante. 2Si te resulta difícil, tres o cuatro veces es suficiente. 3Tal vez te ayude, no obstante, incluir la irritación, o cualquier emoción que la idea de hoy pueda susci­tar, en la búsqueda mental en sí.


¿Qué me enseña esta lección?


Recordemos lo que nos enseña Un Curso de Milagros con respecto a la función del tiempo:

"El ego tiene una extraña noción del tiempo, y ésa podría muy bien ser la primera de sus nociones que empiezas a poner en duda. Para el ego el pasado es importantísimo, y, en última instancia, cree que es el único aspecto del tiempo que tiene significado. Recuerda que el hincapié que el ego hace en la culpabilidad le permite asegurar su continuidad al hacer que el futuro sea igual que el pasado, eludiendo de esa manera el presente. La noción de pagar por el pasado en el futuro hace que el pasado se vuelva el factor determinante del futuro, convirtiéndolos así en un continuo sin la intervención del presente. Pues el ego considera que el presente es tan sólo una breve transición hacia el futuro, en la que lleva el pasado hasta el futuro al interpretar el presente en función del pasado.(T-13.IV.4:1-5)"

El "ahora" no significa nada para el ego. El presente tan sólo le recuerda viejas heridas, y reacciona ante él como si fuera el pasado. El ego no puede tolerar que te liberes del pasado, y aunque el pasado ya pasó, el ego trata de proteger su propia imagen reaccionando como si el pasado todavía estuviese aquí. Dicta tus reacciones hacia aquellos con los que te encuentras en el presente tomando como punto de referencia el pasado, empañando así la realidad actual de aquellos. De hecho, si sigues los dictados del ego, reaccionarás ante tu hermano como si se tratase de otra per­sona, y esto sin duda te impedirá conocerlo tal como es. Y recibi­rás mensajes de él basados en tu propio pasado, porque, al hacer que el pasado cobre realidad en el presente, no te permitirás a ti mismo abandonarlo. De este modo, te niegas a ti mismo el men­saje de liberación que cada uno de tus hermanos te ofrece ahora. (T-13.IV.5:1-7)"

Esta lección me invita a tomar una decisión importante: “desaprender para volver a aprender”.

Desaprender, todas las creencias adquiridas con relación a la función del tiempo y a
prender, que la mente es creadora. Cuando la mantenemos ocupada con pensamientos del pasado o del futuro, no puede llevar a cabo dicha labor, pues el espacio correspondiente al pasado ya ha sido utilizado, y el espacio destinado para el futuro, debemos utilizarlo para el presente, pues ese potencial futuro, lo viviremos en estado presente, y entonces diremos que es el resultado de nuestra acción pasada.

Debemos aprender que toda acción creadora se desarrolla en el estado presente y que cada tiempo presente, es una invitación a crear, a crecer, es un estado de Ser continuo, eterno. Ese estado de Ser nos invita a tomar consciencia del Yo, como entidad individual y al mismo tiempo formando parte de la Filiación que conforma la Humanidad.

El único pensamiento real es el pensamiento que hacemos original en el presente. Ese pensamiento activa el principio más elevado heredado en nuestra condición de Hijos de Dios, la Voluntad.

La Voluntad creadora es el impulso motor que nos lleva a ser innovadores. Gracias a esa Voluntad, podemos elegir libremente. Esta facultad divina posee un valor esencial.

Fortalecer nuestra mente con el pensamiento dirigido y consciente en cada presente es la clave, para actuar creativamente. La dedicación que prestemos a este ejercicio fortalecerá mucho nuestra capacidad para controlar nuestra vida.

Tan sólo cuando invertimos la dirección de nuestro pensamiento y lo enfocamos en la expresión del Yo Espiritual, del Ser,  es cuando somos capaces de filtrar y controlar lo aprendido y podemos dar una respuesta libre de juicios condenatorios, y activar de este modo el único juicio que debemos potenciar, la ilusión del ego, de la separación, de la dualidad.

Ejemplo-Guía: "El comportamiento de nuestro hijo nos desespera"

En el Ejercicio de ayer tuvimos ocasión de hablar, de lo que llamamos pasado reciente y pasado ancestral. Veíamos como las voces procedentes de esos ecos nos afectaban en el estado presente, condicionando nuestras respuestas.

En esta ocasión, vamos a volver a puntualizar la causa que nos lleva a creer en el tiempo, pues se convierte, igualmente, en el único fundamento que justifica la reencarnación en el escenario de la conciencia temporal. Esa causa, ya lo hemos visto más arriba, es la culpa.

"La noción de pagar por el pasado en el futuro hace que el pasado se vuelva el factor determinante del futuro, convirtiéndolos así en un continuo sin la intervención del presente" (T-13.IV.4:4).

Cuando nos encontramos experimentando una relación conflictiva, en este caso, con nuestro hijo, no estamos viendo el presente, en su lugar, estamos reviviendo el pasado. Es nuestra mente, absorbida por los pensamientos del pasado, la que nos aporta un tipo de respuesta condicionada por el recuerdo ancestral de un pensamiento de culpa.


Si en ese momento, tenemos presente que tenemos la opción de elegir entre revivir el pasado o vivir plenamente consciente de nuestro "ahora", lo que significa que podemos liberarnos del condicionamiento del pasado y ver la situación con la mirada inocente e impecable que acompaña, siempre, cada nuevo instante, entonces y solo entonces, seremos testigos del milagro, el cual inspirado por el perdón, es capaz de colapsar el tiempo y evitar que el conflicto de relación que estamos reviviendo, pierda su carga de culpa y el miedo quede liberado, alcanzando su condición perdida, el amor.

Lo que estamos haciendo es experimentar desde nuestra verdadera identidad, desde la esencia del Ser. Decidimos emplear nuestra voluntad para amar y dirigir nuestra mente de una manera recta. 

Vivir en el sueño supone vivir múltiples experiencias desde la conciencia temporal, estando todas ellas condicionadas por el pensamiento de la culpa y del miedo. Saber, que somos los soñadores de nuestros sueños es el primer paso para comenzar a tener sueños más felices. Esto será así, hasta que se produzca nuestro despertar.

Reflexión: ¿Cuando tomas una decisión, lo haces desde el presente o te dejas influenciar por el pasado?

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