¡Uf…! Vaya un
tema delicado, controvertido, cuanto menos. Estoy seguro de ello, no dejará a
nadie indiferente. Los vinculados con la religión católica y sean fieles
seguidores de su fe, les provocará un debate interno, pues los muchos
testimonios que se recogen en los textos sagrados, parecen contradecirse entre
ellos. Lo veremos a continuación.
Por otro
lado, los Místicos, los que siguen una corriente de conocimiento esotérica,
entre los que se encuentran los Cabalistas, abordan este tema con una visión
menos dudosa, y concluyen, como veremos, igualmente, con una explicación con
base en la teoría de la reencarnación.
Por último, se trata de un descubrimiento reciente y muy
motivante, debo aludir a una metodología cuyo nombre es el “transgeneracional”,
la cual está siendo promovida dentro del campo de investigación de la
Biodescodificación, por el Instituto Español de Bioneuroemoción (ieBNE), presidido
en España por Enric Corbera. Compartiremos su enseñanza.
Comencemos analizando,
qué nos aporta la Biblia sobre este tema:
"Yavé
es paciente y rico en misericordia. Soportas la falta y el pecado, pero no
dejas pasar la falta, porque el pecado de los padres lo castigas en los hijos,
en los nietos y en los bisnietos. " (Nm 14, 18)
"Yavé
bajó en una nube y se quedó allí junto a él. Moisés entonces invocó el Nombre
de Yavé, y El pasó delante de Moisés diciendo con voz fuerte: “Yavé, Yavé es un
Dios misericordioso y clemente, tardo a la cólera y rico en amor y en
fidelidad. El mantiene su benevolencia por mil generaciones y soporta la falta,
la rebeldía y el pecado, pero nunca los deja sin castigo; pues por la falta de
los padres pide cuentas a sus hijos y nietos hasta la tercera y la cuarta
generación.” " (Ex 34, 5)
Hasta
aquí, la cuestión que nos planteamos inicialmente, parece quedar clara. Aunque
Yavé es benévolo, alcanzando su benevolencia por mil generaciones y capaz de soportar
la falta, la rebeldía, incluso el pecado, sin embargo, “nunca los deja sin
castigo”. La falta de los padres será heredada por sus hijos y nietos hasta la
tercera y cuarta generación.
Como
veremos, cuando nos adentremos en las enseñanzas que nos aporta en su metodología
transgeneracional, Enric Corbera, las enfermedades que padecemos, pueden tener
su origen en actitudes promovidas por nuestros ancestros, incluso llegando a tercera
y cuarta generaciones. Ejemplo, una situación de secretos no revelados por
nuestros abuelos, pueden ser la causa que origine una enfermedad en los nietos.
Mi
formación en las enseñanzas cabalísticas, me lleva a reflexionar sobre este
tema. Cuando he tomado la decisión de exponer las teorías prácticas de Enric
Corbera, no lo he hecho caprichosamente, si no guiado por el vivo interés
despertado por sus actividades. La metodología de la Biodescodificación, ya es
una realidad con peso dentro del campo de la medicina. En Cuba, ya se enseña en
la universidad dando lugar a una diplomatura, y en Perú, es tanto el valor que
se le está dando, que se está convirtiendo en la medicina oficial. Sudamérica,
en su conjunto, se está convirtiendo en la “tierra fértil” donde está creciendo
este nuevo Paradigma dentro de la medicina holística.
Por
lo tanto, considero, que debo encontrar el modo de integrar, mis conocimientos sobre
cábala y las enseñanzas sobre Biodescodificación. En este sentido, debo
profundizar en el significado de la Ley del Karma, cuyo fundamento está basada
en la Ley de Causa y Efecto o lo que es lo mismo, en términos cabalísticos, el
Sagrado Nombre de Dios, Yavé, esto es, Jehová, en hebreo Yod – He – Vav – He.
La
Ley de Causa y Efecto, nos enseña que toda semilla está llamada a dar un fruto,
y que todo fruto es el resultado final de una semilla. Dicho de otro modo, toda
iniciativa, todo acto de nuestra voluntad, generará un efecto y todo efecto es
consecuencia de una iniciativa. Por lo tanto, si ese acto primero de nuestra
voluntad-iniciativa lo establecemos en nuestros pensamientos, podemos concretar,
que aquello que nos encontramos como efecto en forma de circunstancias (frutos)
en nuestra vida, es la respuesta a lo que hemos pensado. Lo más importante que
debemos aprender de esta Ley, es la responsabilidad que tenemos con nuestras acciones
y debemos tomar conciencia, de que lo que nos encontramos fuera responde, inequívocamente,
a nuestra cosecha propia.
¿Entonces
dónde damos cabida a la teoría de lo transgeneracional? Daremos respuesta a
esta cuestión, más adelante, cuando abordemos el punto de vista cabalístico.
Continuemos
con las aportaciones de la Biblia:
Sin
embargo, si es así, ¿por qué Yavé no habría aplicado esta regla en los
israelitas al momento de entrar en la tierra prometida? Los padres pecadores no
entraron en ella, pero sí los hijos.
"Allí
entrarán los pequeños de ustedes, de los que dijeron que iban a ser presa de
sus enemigos; ellos sí entrarán, pues no conocen todavía el bien y el mal. A
ellos se la daré, y ellos la poseerán. Pero ustedes vuelvan atrás y partan
hacia el desierto del mar Rojo.” " (Dt 1, 35)
Israel
fue un pueblo primitivo que creía en la culpa familiar. Pero eso cambió, como
expresamente se indica en el Deuteronomio:
"No
se matará a los padres por la culpa de sus hijos, ni a los hijos por la de sus
padres. Cada cual pagará por su propio pecado." (Dt 24, 18)
Esta
orden es cumplida fielmente por Amasías, tal como se cuenta en el segundo libro
de los Reyes:
"En
cuanto Amasías fue dueño de la situación en su reino, condenó a muerte a sus
servidores que habían dado muerte a su padre, pero no condenó a muerte a los
hijos de los asesinos de acuerdo a lo que está escrito en el Libro de la Ley de
Moisés. Yavé, en efecto, dio este mandato: “Los padres no serán condenados a
muerte por los hijos, ni éstos por sus padres; sino que cada cual será condenado
a muerte por su propio pecado”. " (2 Re 14, 5-6)
Jesús
declara expresamente contra los que viven:
"En
verdad les digo: esta generación pagará por todo eso." (Mt 23, 36)
E
insiste:
"Por
eso, a esta generación se le pedirá cuentas de la sangre de todos los profetas
derramada desde la creación del mundo: desde la sangre de Abel, hasta la de
Zacarías, que fue asesinado entre el altar y el Santuario. Sí, yo se lo
aseguro: la generación presente es la que tendrá que responder." (Lc 11,
50-51)
En
resumen, no existe nada parecido a que los hijos responden por los pecados de
los padres. Cada uno responde por lo suyo:
"El
que planta y el que riega están en la misma situación, y Dios pagará a cada uno
según su trabajo." (1 Co 3, 9)
Y
dice el profeta:
"Quien
debe morir es el que peca; el hijo no carga con el pecado del padre, y el padre
no cargará con el pecado del hijo. El mérito del justo le corresponderá sólo a
él, y la maldad del malo, sólo a él. " (Ez 18, 20)
Finalmente,
Jesús instruye a sus discípulos sobre este tema de la presunta responsabilidad
de los hijos por cuenta de los pecados de los padres:
"Al
pasar, Jesús vio a un hombre que era ciego de nacimiento. Sus discípulos le preguntaron:
“Maestro, ¿quién ha pecado para que esté ciego: él o sus padres?” Jesús
respondió: “No es por haber pecado él o sus padres, sino para que unas obras de
Dios se hagan en él, y en forma clarísima." (Jn 9, 1-3)
Es evidente, que si era ciego de nacimiento y sus
discípulos le preguntaban ¿quién había pecado él o su padre?, de haber sido él,
sólo pudo haber “pecado” en otra vida, lo que nos está revelando que se
compartía la teoría de la reencarnación y la Ley del Karma.
Aprovecho este pasaje recogido por el evangelista
Juan, para adentrarnos en la visión cabalista. Para ello, debo acercarme a las
enseñanzas compartidas por Kabaleb, el cual, en su magnífica obra, “Curso de
Interpretación Esotérica de los Evangelios”, nos invita a conocer un punto de
vista más revelador sobre este pasaje.
En lo referente a la responsabilidad de los padres
en las enfermedades de los hijos, Kabaleb, nos recuerda lo recogido en la ciencia
esotérica, donde se nos dice que el cuerpo vital (el hombre cuenta con un cuerpo
físico, un cuerpo vital-etérico, un cuerpo emocional y un cuerpo mental) nace en los
niños a los seis o siete años; el cuerpo emocional entre los doce y los catorce
años y el mental, entre los dieciocho y los veintiuno, según se siga el ciclo
de Binah-Saturno (72 años) o el de Hochmah-Urano (84 años). Dicha ciencia, nos
enseña que los niños se alimentan de los cuerpos superiores de los padres,
hasta adquirir los suyos propios. De ahí, la responsabilidad de los padres en
lo referente a la salud de los hijos. En la medida, en que los padres tengan
desordenes emocionales o mentales, los hijos, son proclives a padecer
enfermedades relacionados con esos desordenes.
Ahora bien, que esto sea así, no quiere decir que
el Alma del niño no esté vinculado a este efecto, pues
si ha reencarnado en el seno de esa familia, no es fruto de la casualidad, sino
más bien, de la causalidad, por lo que podemos asegurar, que en otra vida, ese Alma, estuvo asociada a esa familia, aunque no participara en los errores de
sus allegados. Nos indica Kabaleb, que el niño que padece enfermedades antes de
los catorce años (edad en la que se adquiere el cuerpo emocional) no está
pagando un karma propio, es decir, sus enfermedades no son debidas a faltas que
él mismo cometió, sino a faltas a las que estuvo asociado.
¡Revelador! Aquí está el punto de encuentro entre
las enseñanzas cabalísticas y la metodología del “transgeneracional” que se
aplica en Biodescodificación. La física Cuántica, nos refiere, que “la Unidad
está en el Todo, y que el Todo está en la Unidad”, lo que se traduce que Todos
somos Uno. Nada queda al azar. Nuestras relaciones responden a una necesidad
interna individual y al mismo tiempo, colectiva. No estamos separados del mundo
que nos rodea; cada respiración es compartida; cada pensamiento encuentra su
origen en un Macro Pensamiento Universal, que los esoterista, llaman el Mundo
del Pensamiento. El sentimiento de separación es una ilusión alimentada por
nuestro propio pensamiento individual, sin embargo, Todos estamos conectados a una
misma Fuente, de donde emana toda Energía.
Recuperar el recuerdo de la Unidad perdida,
olvidada, es cuestión de tiempo, el que cada uno necesite. Todos y cada uno de
nosotros estamos trabajando para llegar a esa misma meta. Unos lo harán antes y
otros necesitaremos algo más de tiempo, pero, lo que sí está claro, es que la
meta nos aguarda.
Os dejo el enlace de un vídeo donde Enric Corbera
comparte la metodología del “transgeneracional” o lo que es lo mismo, la influencia
de nuestros antepasados en nuestras vidas: http://www.youtube.com/watch?v=5oaJjIyQhAA
¡Qué lo disfrutéis! ¡Salud!
El transgeneracional no tiene nada que ver con pagar los pecados de los padres y ancestros. Los programas de información que heredamos de nuestros ancestros no son para castigarnos, ni para pagar sus culpas o errores, sino para protegernos. Los que heredamos esos programas lo que estamos haciendo es una obra de amor muy grande al sanar "Emociones Viscerales" de nuestros ancestros. Al sanar a nuestros ancestros nos liberamos nosotros de esos programas de información.
ResponderEliminarEn el transgeneracional hay que hacer un trabajo muy personal y muy duro. Yo tengo la suerte de contar con la guía de mis ancestros que me indican y me aclaran. Y están muy agradecidos con el trabajo que he hecho por mí y por todos ellos.
Cómo siempre, hay que ver por uno mismo, independiente de lo que digan los textos o los instructores, o los "maestros" o quien sea. Hay que currárselo bien. Si pedimos ayuda, la vamos a tener.
Permíteme agradecerte el que hayas compartido tu opinión sobre este tema, pues sin duda, tu aportación viene a enriquecerlo.
EliminarYo no creo en el concepto "pecado", tal y como nos lo ha transmitido la tradición católica. Para mí, lo que se ha llamado "pecado" no es más que la consecuencia de cumplir la Ley Divina de Jehová. Esta Ley determina las cuatro fases primordiales de todo proceso creativo: Yod-Siembra; He-Interiorización(Tierra); Vav-Exteriorización (crecimiento) y 2º He-Materialización (frutos y nueva semilla). Cuando abordamos la fase 4 o 2º He o lo que es los mismo, cuando alcanzamos la fase de materialización en el Proceso Creativo de Dios, la Humanidad (representada por Adan y Eva)fue consciente de su aspecto físico o terrenal, comenzando su andadura de "individualización". En ese nuevo estado de conciencia, se sintió separado de su Creador y se sintió culpable de tal hecho, cuando en verdad, todo formaba parte del Plan Divino. Desde entonces, hemos heredado la "errónea" creencia del "pecado". Si lo has entendido, pecar, no es otra cosa que actuar y cuando lo hacemos, no podemos olvidar el efecto boomerang, es decir, recibimos, cosechamos, lo que hemos sembrado.
Por lo tanto, estoy de acuerdo en que el transgeneracional no tiene nada que ver con pagar los pecados de los padres y ancestro. Ahora bien, el transgeneracional si nos informa de las causas (acciones) puestas en circulación por nuestros padres y como consecuencia, debemos prestar atención a los efectos, siendo hijos, pues en nuestros genes, se inscriben, potencialmente, aquellos trabajos que debemos acometer, por estar pendientes.
Como bien dice Carl Jung, "la enfermedad es el esfuerzo que hace la naturaleza para curar al hombre". Esos trabajos pendientes, suelen expresarse por la vía de la enfermedad y cuando se manifiesta en la edad infantil, deberíamos preguntarnos qué nivel de implicación tenemos en relación a la experiencia que estamos viviendo.
Te felicito por contar con la inexorable ayuda de tus ancestros como guías en tu camino. Ojalá todos fuésemos conscientes de ello y nos beneficiáramos de dicha "relación".
Gracias a ,el profeta y a Juan José Mejía por sus aportaciones y comentarios sobre esta metodología tan impactante .Hace aproximadamente un año que encuentre los videos de Enric Corbera y los puse en práctica dentro de mis capacidades.Cambió mi vida totalmente,aunque tengo algunas dudas y me gustaría hace algunas aclaraciones.
ResponderEliminarGracias Josefa. Tus aportaciones serán de gran valor, sin duda.
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