domingo, 31 de enero de 2016

Interpretación Astro-Cabalística del Evangelio de Marcos: Trabajos de Géminis (I)


MINISTERIO DE JESUS EN JERUSALEM
ENTRADA TRIUNFAL EN JERUSALEM
1 Y cuando se aproximaban a Jerusalem, a Betfage y Betania, junto al monte de los olivos, envió a dos de los discípulos 2 y les dijo: Id a la aldea que está enfrente, y luego que entréis en ella, encontraréis un pollino atado, sobre el que nadie montó aún; soltadlo y traedlo. 3 Si alguno os dijere: ¿Por qué hacéis esto?, decidle: El Señor tiene necesidad de él; y al instante os lo volverá a traer aquí.
Con este pasaje, abordamos los Trabajos correspondientes al signo de Géminis. En él, la crónica nos revela una serie de claves que nos permitirán aprender con profundidad las cualidades trascendentes de dicho signo. Como viene siendo habitual en Marcos, el autor nos sitúa en cada momento en el estado donde se encuentra la consciencia. Nos dice que se aproximaban a Jerusalem, a Betfage, a Betania, junto al monte de los olivos. Acercarse a Jerusalem significa recorrer el camino que ha de situarnos en las tierras de Géminis. Para llegar a este estadio, hemos visto que era necesario pasar por los signos de Libra y Acuario; por lo tanto, diremos que ese “acercarse” está refiriéndose a la recapitulación dentro del signo de Géminis, de los Trabajos de Libra y Acuario.
Podemos determinar, con más certeza, que se trata de recapitular el Trabajo unificador y conciliador de Libra; y la razón de que esto sea así la encontramos en varios detalles. En primer lugar, nos señalan dos ciudades muy cercanas una de otra, lo que nos está sugiriendo la necesidad de complementación. Betfage y Betania. Estas ciudades se encontraban junto al monte de los olivos. Ya hemos hablado de las características de este árbol con relación a los Trabajos del Elemento Aire y del signo Libra en particular. Otras claves de importancia, se recogen en el modo de actuar de Jesús y en el contenido de sus palabras. Por un lado, envía a dos de sus discípulos a realizar instrucciones. Ese número expresa la idea de unidad y complementación, así como la de amor. Y veremos a lo largo del estudio de este capitulo XI, como Géminis, desarrolla un importante papel en la expresión del amor.
Por último, las palabras del Maestro indicándole a sus discípulos: “Id a la aldea que está enfrente”. La morada que está “enfrente”, en la dinámica astrológica, esta representando al signo de Libra, el arquetipo de lo “opuesto”, del “otro-yo”. Resumiendo todos estos símbolos, podemos concretar que antes de llegar a los Trabajos propios del signo Géminis, los del tercer decanato, se realiza un acercamiento a los Trabajos que le han precedido, donde se llevarán a cabo las tareas recapitulatorias vinculadas con los correspondientes signos.
¿Qué está revelando este pasaje en nuestra vida?
Nos refiere, que todos los Trabajos están relacionados entre si. Aunque la dinámica que impera, como en este caso, sea la de exteriorizar por su vinculación con Géminis, ello no impide que recuperemos el potencial de los demás signos, los cuales, nos estarán permitiendo sintonizar con el estado potencial de la energía.
Algo parecido ocurre en nuestra vida, cuando reanudamos cada año nuevos cursos. Al comenzar las tareas del nuevo programa, el profesor, por lo general, nos lleva a recordar lo aprendido en el curso anterior. Esta metodología permite al estudiante encausar más fácilmente los nuevos trabajos.
Una vez que entramos en la aldea de Libra, encontramos un pollino atado sobre el que nadie montó aún. Este pollino debemos soltarlo y llevárselo. El pollino es ese animal de apariencia dócil y que nos inspira humildad. Si se hubiese tratado de un alazán, sería evidente, que las pretensiones del Maestro irían encaminadas en aparentar poder y autoridad. Sin embargo, la bravura de los instintos, de esa energía animal, se ha domesticado hasta el punto en que se muestra como un servicial pollino.
Conocemos por los estudios realizados, que la naturaleza animal está relacionada con el Elemento Agua, con las emociones, con los instintos. Podríamos preguntarnos ¿por qué Jesús tuvo necesidad de entrar en Jerusalem montando en un pollino?, ¿por qué no lo hizo por sus propios pies?.
Tan solo el conocimiento esotérico nos dará una respuesta lógica que nos impida pensar que el Maestro pretendía diferenciarse de los demás.
Para comprender su comportamiento, utilicemos una vez más el Árbol Cabalístico y hagamos uso igualmente del alfabeto hebreo.
Tomemos el Árbol y situemos a Géminis en su correspondencia Sefirótica: Yesod. Observamos como Yesod, visto en su relación con la Columna Central, se convierte en el Vav de Tiphereth-Cuerpo Emocional; es decir, ejerce funciones controladoras de dicho Cuerpo. Géminis aparece así como la fuerza que domina los instintos y que se expresa como un poder creador.
En Yesod-Géminis, se da la circunstancia de una triple influencia de Vav-Binah. Si Binah a niveles primordiales, llevó a cabo la labor creadora, Yesod a niveles humanos nos llevará a realizar igual función. Estando ahí situado Géminis, diremos que este signo posee esa facultad, y de hecho, la Palabra posee el don de crear: “En el principio era el Verbo, y el Verbo era Dios... y el Verbo estaba en Dios”. Esto es una gran verdad, puesto que si hemos dicho que Yesod-Géminis es el Vav de la Columna Central, de la que Kether es el Yod, diremos que Géminis tiene la facultad de exteriorizar esa Voluntad a través del poder creador de la Palabra.
Ese poder creador necesita un vehículo donde lograr manifestarse, y ese vehículo es el hombre. El hombre a través de Géminis tiene el control sobre las emociones, sobre la naturaleza animal. En Tarot, el Arcano Mayor que representa este signo es la Fuerza, y la letra hebrea el Khaf. En ella vemos a una mujer con el símbolo del infinito en la cabeza, que abre con sus manos las fauces de un león-Leo. Ese Arcano nos expresa el dominio sobre la energía emocional. La mente dominando las emociones. La Palabra creando la Vida.
Ese instrumento domesticado, debemos soltarlo. Hasta ahora lo hemos tenido amarrado, controlado, y ha llegado la hora de utilizarlo para la obra, pues toda energía debe participar en ella; claro está, una vez conquistada.
Jesús no tiene dificultad en dar indicaciones sobre el lugar exacto donde han de encontrar al pollino, y es lógico que sea así, pues en verdad está dirigiéndoles hacia el único lugar donde puede estar, en la morada de Libra, donde el Cuerpo Emocional de Piscis se ha sublimado.
No debemos preocuparnos si parte de nuestro Cuerpo Mental nos pregunta, ¿por qué desatamos al pollino?, debemos decirle tan solo, que el Maestro lo necesita. En Libra, recordémoslo, nos encontramos en la tierra de las disputas, y es fácil que nos interroguen. Pero los habitantes de esa tierra, ya han conocido a Jesús y han sido conquistados por su amor.
4 Se fueron y encontraron el pollino atado a la puerta, fuera, en el cruce del camino, y lo soltaron. 5 Algunos de los que allí estaban les dijeron: ¿Por qué desatáis el pollino? 6 Ellos les contestaron como Jesús les había dicho, y los dejaron. 7 Llevaron el pollino a Jesús, y echándoles encima sus vestidos, montó en él. 8 Muchos extendían sus mantos sobre el camino, otros cortaban follaje de los campos 9 y los que le precedían y le seguían, gritaban.
En la instancia Géminis, debemos movilizarnos para ejecutar el mandato de Jesús; o lo que es lo mismo, debemos activar el motor de nuestro corazón, representado por los dos discípulos, para ir en busca de la naturaleza emocional sublimada, convertida en poder unificador-Libra. Ese pollino lo encontraremos en la “puerta”, nos dice el cronista. Se refiere a la puerta de entrada de las energías de Aire, esto es, la puerta de Libra.
Lo encontró fuera, pues externa es la energía mental de Géminis y del pensamiento-Vav, y concretamente en el cruce del camino, ese camino que nos lleva desde Acuario hasta Géminis. Una vez encontrado ese potencial, debemos soltarlo, pues la propia dinámica del signo nos lleva a hacerlo. Soltarlo, significa poner la fuerza dominada de los instintos, al servicio del hombre. Ese es el Trabajo de Géminis. Cada vez que nos montamos en ese pollino para adentrarnos en los Trabajos de creación de la Verdad, estamos movilizando a una gran multitud que elogian nuestra virtud. Esa muchedumbre nos ha acompañado en todas las etapas hasta ahora conquistadas. Aquí aparecen de nuevo para clamar el reconocimiento de la Verdad.
¡Hosanna! ¡Bendito el que viene en el nombre del Señor! ¡Bendito el reino que viene de David, nuestro padre! ¡Hosanna en las alturas!
El reconocimiento de la verdad nos llevará a proclamarla a gritos. Yesod-Géminis, nos lleva a expresar el origen de nuestra verdadera esencia. El amor tiene su patria en el reino de David, la estirpe de la Columna de la Derecha, donde la Gracia divina se manifiesta.
La Palabra, el Verbo, debe expresar esa Verdad. Debemos reconocer que ese Verbo es verdaderamente Dios; que cada vez que utilicemos la energía a través de la palabra estaremos creando, estaremos proclamando el amor. Al menos eso es lo que Jesús logrará en nuestro pensamiento si alcanza la tierra de Jerusalem. Hasta ahora, el pensamiento, cuando nos lleva a expresarnos, lleva una carga emocional implícita, y cuando decidimos exteriorizar nuestra verdad, lo hacemos montado en un bravo corcel con el propósito de inspirar poder en los demás.
11 Entró en Jerusalem, en el Templo, y echando una mirada alrededor sobre todo, ya de tarde, salió para Betania con los doce.
Podemos decir que nos encontramos en Jerusalem, pero aún no hemos penetrado plenamente en esta ciudadela anímica. Nuestro pensamiento renovado en la dinámica de Acuario, se encuentra “echando una mirada alrededor sobre todo”; es decir, tiene el propósito de conocer y de disponer de todas las energías que se encuentran en el proceso de elaboración de la verdad. En este pasaje, hemos recapitulado los Trabajos de Libra, y hemos visto como el amor humano se moviliza para encontrar el potencial que ha de servir para que el Maestro, la Nueva Consciencia penetre en el mundo donde debe ser compartida la Verdad, el mundo de Géminis.
“Ya de tarde, salió de Betania con los doce”. Esa hora crepuscular, esta refiriéndose al segundo decanato de Géminis, el que se corresponde a Acuario. Salir de Betania significa, precisamente, movilizarse de Libra a Acuario. Betania, analizado en lenguaje hebreo y traducido a numerología, nos lleva al numero 2, el cual esta regido, como sabemos, por Hochmah-Urano. El numero 2, dentro del Elemento Aire, está expresando la dinámica de Acuario, cuya regencia planetaria se corresponde, igualmente, con Urano. Por lo tanto, el próximo paso que da la consciencia, es recapitular los Trabajos del signo He del Elemento Aire, Acuario, con el propósito de recuperar sus energías e integrarlas a la nueva dinámica

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