miércoles, 18 de abril de 2012

¿Por qué tengo siempre que representar el papel de celestina?

Desde muy joven, la vida siempre me ha llevado a situaciones en las que he tenido que mediar entre las relaciones de mis amigos, especialmente en las relaciones de tipo amorosa. Podría decirse que en muchas ocasiones he protagonizado el papel de Celestina. ¿Quiere esto decirme algo?

Soy de la opinión, de que cada persona es poseedor de una virtud, la cual ha sido adquirida a través de las experiencias vividas a lo largo de la larga Rueda de Encarnaciones. En muchas ocasiones, esa virtud de la que cada uno somos portadores, pasa inadvertida, es decir, no tenemos conciencia de que estemos capacitados de un modo especial para hacer algo. Es en esta ocasión, cuando nuestro Yo profundo, el Ser Espiritual que nos inspira la Vida, se propone hacernos conscientes de ello enfrentándonos una y otra vez a escenas donde de un modo natural observamos que damos un tipo de respuesta que sale espontáneamente de nuestro interior.

En este caso, nos dices que la vida te ha llevado una y otra vez a tener que actuar como Celestina, como mediador entre las disputas y enfrentamiento de tus amigos. Sin duda alguna, esto no es casual.

La causa que te lleva a esta situación puede ser muy distinta. Recuerdo que conocí a alguien que también se veía muy a menudo en situaciones como la que estamos analizando. Esta persona se sentía, inconscientemente, culpable de haber sido la causa de la separación en otra vida de muchas personas, incluido su propia relación. Tanta era la carga que experimentaba, que de alguna de las maneras siempre buscaba una razón para actuar como consejero matrimonial.

Es muy común en este tipo de experiencia, el no sentirse cómodo en ambientes donde impere el desorden, los enfrentamientos, las discusiones. No se tolera en las conversaciones las discrepancias, por lo que se suele elegir dar siempre la razón al contrario, antes de provocar una situación de discordia.

En el caso que estamos analizando, el hecho de que se vea una y otra vez en medio del enfrentamiento, le esta indicando que posee una virtud cardinal muy importante de la que debe hacer consciente, superando si fuese el caso, cualquier sentimiento de fracaso. La virtud a la que hacemos referencia le permitirá realizar una labor crucial en el mundo, ya que posee el don de unificar lo que ha sufrido separación Para lograr este objetivo, sin duda debe estar dotado de una gran dosis de comprensión de la naturaleza humana, lo cual lo capacitara para aportar a cada parte la luz que necesita para saber apreciar a su opuesto.

Los grandes diplomáticos del mundo político son seres dotados de esta capacidad. Su papel es aportar siempre un argumento que sea compatible con el de los demás.

Ahora bien, lo mas importante que debe saber, es que para poder unificar externamente, previamente debe haberse conquistado interiormente, es decir, debe haber conseguido unir su dualidad personal. Así de este modo, cuando juzgue al mundo ya no lo hará separando el blanco del negro, dirá que ambos colores se complementan y se necesitan para poder dar expresión a la multiplicidad de las formas con las que Dios se expresa en la Naturaleza.

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