sábado, 18 de mayo de 2019

Los 7 Pecados Capitales: "La Gula"

Continuamos con el estudio iniciado sobre los 7 Pecados Capitales y su vinculación con la salud. En esta ocasión, analizaremos el pecado de la Gula, el cual está regido por el planeta Júpiter.

Como ya vimos en las anteriores entregas, analizaremos cada uno de los pecados capitales desde diferentes puntos de vistas. La intención no es otra que despertar nuestra conciencia a las fuerzas que nos lleva a identificarnos con los aspectos de conductas característicos para cada uno de los “pecados” y descubramos, igualmente, cuáles son los recursos que tenemos para poder canalizar armoniosamente dichas fuerzas. 

GULA

Lo que nos dice Wikipedia: 
Actualmente la gula (en latín, gula) se identifica con la glotonería, el consumo excesivo de comida y bebida. En cambio en el pasado cualquier forma de exceso podía caer bajo la definición de este pecado. Marcado por el consumo excesivo de manera irracional o innecesaria, la gula también incluye ciertas formas de comportamiento destructivo. De esta manera el abuso de substancias o las borracheras pueden ser vistos como ejemplos de gula. En La Divina Comedia de Alighieri, los penitentes en el Purgatorio eran obligados a pararse entre dos árboles, incapaces de alcanzar y comer las frutas que colgaban de las ramas de estos y por consecuencia se les describía como personas hambrientas.

Lo que nos dice la Cábala (Kabaleb):

LA GULA – JÚPITER 
La gula es un pecado jupiteriano y se debe a un exceso de protagonismo del planeta Júpiter en un horóscopo.
Al comienzo de la evolución, los hombres no se hallaban aún en condiciones de ejercer la gula más allá de sus propios organismos, pero en nuestra sociedad actual, debemos entender por gula no solamente el hecho de consumir más de lo que a uno le corresponde en virtud de los recursos comunes de que dispone la humanidad, sino que en sus negocios, en su actuación social y profesional, el glotón también abarca más de lo que su programa humano le permite abarcar, reduciendo o suprimiendo el espacio social en el que los demás deberían actuar como legítimo terreno de experiencias.

En el Mundo Mental, la función de Júpiter consiste en sacar el máximo provecho del escenario natural legado por Saturno. Júpiter es el que dice: «Estos terrenos, para el cultivo, aquellos para la edificación de una ciudad; aquí las zonas deportivas; aquí los bosques, allí las minas: allí los templos, las industrias o los Bancos, las universidades, las instituciones políticas». Si imperara la ley natural, cada hombre asumiría su propio potencial y realizaría, en nombre de Júpiter, la función que le corresponde.
Pero los glotones impiden que esto ocurra y un buen día, uno de ellos, con más esencia jupiteriana en su interior que los demás, dice: “aquí esto, aquí aquello, más allá esto otro, y todo es de mi propiedad, y está bajo mi control y mando, y en mi propio provecho”. Entonces, los demás se quedan sin papel jupiteriano, reducidos a ser servidores del glotón, el cual les transmite sus órdenes por teléfono o por correo electrónico, haciendo que ordenen las cosas por su cuenta, mientras él se relaja en su maravillosa isla particular.

Nos estamos refiriendo a la organización de la vida física pero el glotón actúa de una forma más sutil e imperceptible en el dominio puramente mental, diciendo a los que lo escuchan o leen: «Yo soy la verdad y os la voy a contar para que no os toméis la molestia de descubrirla». Y entonces establece toda una serie de dogmas religiosos, políticos, sociales, científicos o culturales, y los institucionaliza, los sacraliza y los declara cultura y civilización, y para que a nadie se le ocurra desmentírselos, ahí están los ejércitos, la marina, la aviación la policía y demás “fuerzas vivas” para disuadirlo.
Al establecer una verdad, oficializarla, rendirle culto y protegerla por la fuerza, el glotón impide que la auténtica verdad nazca de las experiencias vitales del individuo.  La verdad vital, la que inevitablemente explota un día en el interior del individuo como una sublime evidencia, es la que el glotón se empeña en combatir, porque no es científica, porque no forma parte del patrimonio cultural común, porque siempre es revolucionaria y, si se generalizara, el glotón se vería obligado a dejar de ejercer su glotonería, al volver todo a su orden natural. La gula es pues la responsable del caos social en el que estamos inmersos. En el ámbito alimenticio, la gula es la que produce el hambre en el Tercer Mundo.

En la naturaleza emotiva, el exceso de protagonismo jupiteriano abre las puertas a todas las apetencias y se traga a los hombres, igual que a las sociedades, los cargos, las instituciones.

Por lo tanto, podemos considerar la gula como un desbordamiento de la individualidad, que tiende a tragar a la colectividad. Es el gran pecado de nuestra época y el más difícil de combatir. En efecto, cuando el cuerpo está saciado de alimentos, obliga al individuo a adoptar un régimen. Pero en el terreno intelectual o emotivo no funciona esta señal y el glotón sigue tragando más y más, privando al resto de los humanos de su legítimo espacio vital. El sistema capitalista está indisolublemente ligado a la gula, y aquellos en cuyos cuerpos aparece el síntoma de rechazo de la comida, deberían considerarlo como un aviso de que, en otros dominios, deben dejar de engullir espacios ajenos a su programa humano.

Los efectos de la gula sobre una próxima vida aparecerán bajo los rasgos de esa terrible enfermedad que conocemos con el nombre de cáncer. En efecto, el glotón habrá instituido en su orden interno esa tendencia a la invasión y a la ocupación de espacios ajenos, que ha sido la característica de su actividad, y entonces las células cancerígenas de su cuerpo también ocuparán espacios destinados a otras células, negando la vida a ciertas partes de su organismo, sin las cuales precisamente no se puede vivir.
Esto no significa que todos los casos de cáncer sean debidos al hecho de que la persona afectada haya cultivado la gula en una vida anterior, pero éste tipo de actitud es a menudo el origen de esta terrible enfermedad. Por otro lado, es preciso tener en cuenta que actualmente todos los procesos se están acelerando y que, de forma cada vez más frecuente, las consecuencias de nuestras actitudes -o sea nuestro karma- no esperan a una próxima existencia para manifestarse, sino que aparecen en ésta.

Tampoco la gula es fácil de corregir, porque agrada al individuo que la padece, y sólo la comprensión de sus efectos le permitirá corregirla. La sabiduría es el arma que debe utilizar el glotón.

Lo que nos dice la Astrología:

Elman Bacher: La visión que nos aporta el autor en esta exposición, nos ayudará a comprender la importancia que tiene a nivel astrológico la posición y aspecto (estado cósmico) de Júpìter en nuestra Carta. El estudio de dicho planeta nos revelará información sobre el sector de nuestra vida donde encontraremos el Principio del Mejoramiento.

JÚPITER: PRINCIPIO DEL MEJORAMIENTO 
Cuando analizamos el símbolo de Júpiter, vemos un semicírculo pasando sobre, o sombreando, la cruz de la manifestación material. Este semicírculo puede ser interpretado como la Luna -la función de la alimentación- como un símbolo general del espíritu. En cualquiera de los dos casos, se transmite la esencia del propósito de Júpiter. En el primer caso, vemos el "principio de la alimentación" penetrando toda manifestación física conservando, sanando, y ampliando las partes componentes de la experiencia como encarnación.
En el segundo, el símbolo identifica a Júpiter como el medio por el cual las fuerzas espirituales se hacen manifiestas a la conciencia terrenal.

Júpiter debe trabajar siempre a través de la forma; su esfera está definitivamente condicionada por los dictados y exigencias de Saturno. Júpiter no es trascendente, como Urano y Neptuno; él es su "precursor", puesto que proporciona un canal para la exposición exotérica de las verdades espirituales.

En la aplicación psicológica él es esas cualidades de mente y corazón que proveen energía y elevación a la conciencia evolutiva. El es la sangre arterial en el cuerpo físico, el fluido fresco, puro y nutritivo que en su curso desempeña un trabajo de renovación y mantenimiento. El es la novena casa del horóscopo, el verdadero discernimiento y comprensión destilados de la experiencia y que proveen el pábulo para el progreso constructivo en la vida. La vibración de Júpiter tiene siempre una cualidad de más. El es "más que simplemente suficiente". El es grandeza y expansión en cualquier forma. El no es específicamente una vibración estética, pero su "personalidad" resalta claramente en la complejidad, magnificencia y esplendor del espectáculo, el "ballet" y la gran ópera. Suya es la extensión de la energía de Marte que llamamos "representación", (drama); él es el amante de la vida, entusiasta, risueño, progresista y generoso.

Si fuera requerida una palabra para compendiar las virtudes de Júpiter, ciertamente esa palabra debería ser benevolencia. Júpiter es nuestra capacidad de dar sinceramente, abundantemente y sabiamente. Es por medio de Júpiter que nosotros nos mezclamos con las vidas de los demás con el propósito de auxiliarlos, irradiándoles lo mejor de nuestros recursos amorosos, mentales y materiales. Júpiter es filantropía, él es la beneficencia de la religión. El es cualquier medio por el cual nosotros, individual o colectivamente, mejoramos las condiciones de este plano. Júpiter puede ser expresado, por supuesto, en significación del "yo y el yo solo", pero esta no es su capacidad fundamental.

Por mucha riqueza que adquiera un individuo, una gran mansión, un guarda ropa esmerado, una enorme herencia o una vasta educación, él no vive en conformidad con su Júpiter mientras no dé algo de su abundancia para mejorar algo fuera de sí mismo.

Júpiter contrarresta a través de esta expansión las posibles dificultades causadas por la cristalización de Saturno debida al miedo de perder. Júpiter y Saturno trabajan de acuerdo cuando el producto de entrada es logrado por un rendimiento benéfico.

¡Atención -psiquiatras, psicólogos y astros-analistas! Júpiter nunca demuestra su poder más específicamente que cuando se ha logrado el "rendimiento" como expresión de gratitud para recibir el "ingreso". La gratitud sincera -a una persona o hacia Dios-proporciona una cualidad de receptividad a la conciencia, armonizándola más y más con el crecimiento y la plenitud de la expresión. Ninguna persona aspirante deja escapar un solo día de su vida sin sentir o expresar su gratitud hacia alguien por algo recibido.
Esta es una gratitud sincera, gozosa y positiva; no es la humillación servil por la cual el recibidor se degrada a sí mismo e insulta al dador.

La psicología de Júpiter -las gracias por la ofrenda y la buena voluntad de compartirla- es una psicología profunda y de mucho alcance. Es un alimento para la mente, para el cuerpo y para el alma, infundiendo una corriente de energías renovadoras a estados que se han dejado convertir en condiciones cristalizadas, mórbidas y malsanas.

Júpiter es el símbolo del Maestro, o el "padre espiritual". Júpiter nutre la mentalidad espiritual; y en ese sentido está representado por el sacerdote. Cualquier maestro es un padre espiritual, su trabajo y su propósito es el de orientar a la persona más joven o inmadura, por las vías del desenvolvimiento, que no concierne específicamente a las necesidades físicas.

Una de las fases más fascinantes de la interpretación astrológica se halla en los aspectos "negativos" o "kármicos de Júpiter. La benevolencia, el entendimiento elevado, la protección, la abundancia, la generosidad -¿cómo puede semejante planeta representar el "mal"? ¡Abundancia, mis amigos, abundancia!

En cuanto a que Júpiter es un "dinámico", sus males han de encontrarse como en el caso del Sol, Marte y Urano, por medio del desbalance, la falta de dominio, y la falta de cultivo. Cuando el impulso de mejorar es pervertido, Júpiter se manifiesta en muchas formas desagradables, siendo la forma principal interna: FALSO ORGULLO: Esto representa al individuo cuyos impulsos de auto-aprobación son tan fuertes que él no atiende a los consejos ni a la crítica sincera.

Kabaleb (enfoque Cabalístico): 
Si observamos la posición de Hesed-Júpiter en el Árbol, vemos que por un lado es el 2º He del primer ciclo sefirótico y, por consiguiente, el Yod del nuevo ciclo; es decir, por un lado es el fruto del Pensamiento Divino y, como tal, contiene la semilla de un nuevo mundo, el de los Sentimientos. Si de Kether nace la suprema Voluntad que lo mueve todo, en Hesed nacerá el Imperioso Deseo que impulsa al individuo a la conquista y al goce de todo.

El segundo ciclo de Séfiras entró en fase activa en el 2º Día de la Creación, cuando el elemento Agua existente en el zodiaco se extendió por todo el recinto de la nebulosa, dando lugar a la división. Júpiter sería el encargado de reinar en esa división, administrándola primero y conduciéndola hasta la unidad después, de modo que en la naturaleza jupiteriana se encuentran encerrados el Poder de los sentimientos que lleva a conquistarlo todo, la Justicia que lleva a la renuncia de todo, representada por su hijo Marte-Gueburah –Marte es el hijo de Júpiter en la mitología- y el Equilibrio entre la posesión y la renuncia, que representa su otro hijo mitológico Apolo, o el Sol, donde Cristo aparece para unir el Fuego y el Agua en la tarea de la Creación.

Pero esos dos hijos son el futuro jupiteriano, mientras que su presente es el Poder, la facultad de ejecutar y de interpretar las leyes saturnianas. Es el fruto de la inteligencia, pero su fuerza generadora da nacimiento a los deseos y en la vida ordinaria de las personas, más aparece como promotor de los deseos que como hijo de la mente. Y esa desvinculación entre mente y deseos bien aparece reflejada en la Mitología, cuando se nos dice que Júpiter destronó a su padre Saturno y lo sepultó en el abismo del inconsciente. Ya desembarazado de su calidad de hijo de la mente, de 2º He del 1er ciclo, Júpiter se dedicó a organizar un universo a su imagen y semejanza, haciendo que los Deseos reinaran como soberanos absolutos.

Así pues, en un Horóscopo, la posición de Júpiter indicará siempre el punto en que los Deseos triunfan, y como la humanidad actual vive identificada totalmente con sus deseos, Júpiter significará el triunfo de las esperanzas, de los anhelos, el éxito, la gloria, la coronación de las ambiciones. Todo ello posiblemente conduzca al exceso, al desafuero, pero si así sucede, ya vendrán detrás los hijos de Júpiter, Marte primero y después el Sol, a restablecer el orden, con la ayuda de papá Saturno, que sigue vivo en el inconsciente, generando leyes que su hijo se empeña quizás en violar.

Tendremos pues que entre los plurales rostros de Júpiter se encuentran dos personalidades muy marcadas: aquella en que aparece como fruto de la Inteligencia divina, o sea, antes de haber derrocado al padre Saturno, y la que encarna al rey promotor de los deseos. En el primer caso será el príncipe providencial, el que viene a nosotros cargado de presentes divinos. Que son el resultado de nuestro servicio a la causa trascendente, con o sin la participación de nuestra conciencia. Este es el Júpiter sagitariano, que aparece en el Tarot bajo los trazos del Emperador, la carta nº 4 que es portadora de los resultados obtenidos en el ciclo de Fuego, o sea, la carta 2º He. Si es este Rostro el que se manifiesta, las recompensas caerán sobre nosotros de una manera fantástica, ya que son el fruto de pasados esfuerzos. Esa riqueza es, en principio, de naturaleza espiritual, pero a veces el desarrollo de la espiritualidad se consigue por la vía de la abundancia material, de modo que también vendrá esa abundancia.

La otra faz, la del promotor de deseos, es el Júpiter de Cáncer, signo en el que nos dicen los astrólogos que Júpiter se encuentra exaltado, mientras la Mitología lo casa con Hera, la naturaleza femenina de Júpiter, su otra polaridad. Aquí Júpiter pierde su nombre para convertirse en Hera, la naturaleza fecunda que da vida a los deseos. Si es este Júpiter el que domina, de él puede esperarse absolutamente todo, pero ya no como una legítima recompensa por los servicios prestados a la causa espiritual, sino porque pone en nosotros el germen de los deseos y se ocupa de que florezcan y se realicen en el espacio social. Para conseguirlo Júpiter se ha hecho con el dominio de Piscis, signo exteriorizador de los sentimientos.
De un modo u otro Júpiter será portador de bienestar y representará en un tema el punto en el que el individuo a de encontrar facilidades para desenvolverse, el punto en el que sus problemas se solucionarán de una manera favorable a sus intereses. También Júpiter, como Saturno, dispone de su tela de araña formada por los 16 puntos correspondientes a sus aspectos, de modo que los planetas transitando por esos puntos estarán a la Disposición de Júpiter; o sea, Júpiter utilizará sus fuerzas para la realización de su política, positiva en los buenos aspectos y negativa en los malos, teniendo en cuenta que las virtudes negativas de Júpiter no las sentimos nunca como un mal, sino que produce el exceso de favores que conduce a la perversión y que exige luego el reajuste de Marte.


Lo que nos dice la Psicología:

A diferencia del resto de los pecados capitales, la gula como la lujuria, están relacionadas con conductas que implican la continuidad de la raza humana.
La alimentación y la sexualidad, a través del hambre y el deseo sexual, constituyen instintos primarios del hombre para la no extensión.

La gula, por otra parte, está ligada al placer primero que es la satisfacción del hambre a partir del nacimiento. La no satisfacción produce una sensación, en los bebés, de displacer que al recibir alimento recobra el bienestar y el equilibrio corporal calmando la angustia y la ansiedad. Esta sensación queda “grabada”, en el aparato psíquico en formación del niño, a través de la memoria emotiva y biológica. Satisfacción biológica asociada al placer que daría cuenta de una de las tantas teorías sobre la obesidad. "La comida es la aceptación de la vida, siempre que no se convierta en el deseo de matarse por el exceso”, afirma Fernando Savater.

La gula no sólo debe ser identificada como el ansia o exceso de comer sino también como deseo exagerado de consumir, poseer o dominar. Es aquí cuando las definiciones de gula y voracidad pierden sus límites y se hacen sinónimos.

Las personas voraces no sólo sienten la ansiedad por la comida, sino también de consumir con “voracidad” todo lo que se les pone por delante. Esta voracidad es, ni más ni menos, que una manifestación de ansiedades y/o angustias no resueltas.  Se convierte en un esquema existencial, en una manera de pararse frente a la vida.

“Una persona voraz es aquella que no se quiere perder de nada en la vida, que se llena de proyectos y no disfruta ninguno de ellos porque aún no termina uno y ya está pensando en el que sigue, es una persona que “se quiere colgar de todas la lianas”, tiene una actitud parecida a la de los chimpancés cuando recogen plátanos, que llenan el espacio hecho por sus brazos, los plátanos se les tiran por todos lados y su única angustia es seguir recogiendo más, aunque se sigan cayendo”. 

La gula es la expresión de un sentimiento de carencia afectiva. Ya sea por exceso, ya sea por defecto, refleja deseos, ansiedades, temores, insatisfacciones acerca de sí mismo.

La sociedad no es ajena a la instalación de esta patología en gran parte de las personas. Los jóvenes suelen ser los seleccionados ya que son débiles ante el culto de la figura corporal y frente a las necesidades concebidas por una cultura del “quiero ya”. Ellos son estimulados hacia dos conductas con consecuencias mortales: la bulimia y la anorexia.

Es interesante tener en cuenta la mirada que tiene sobre la gula y voracidad Erich Fromm en su libro Anatomía de la destructividad humana: “La voracidad es una de las pasiones no instintivas mas fuertes del hombre, y es a todas luces síntoma de mal funcionamiento psíquica, de vacío interior y de falta de interioridad. Es una falta patológica  de desarrollo, así como uno de los pecados capitales de la ética budista, la judía y la cristiana (…) El acto de comer o comprar es un acto simbólico de llenar un vacío interior para sobreponerse momentáneamente al sentimiento depresivo (...) En nuestra cultura, la voracidad, se refuerza grandemente con todas aquellas medidas que tienden a transformar a todo el mundo en consumidor.”

Fromm, a su vez afirma, que las personas voraces no necesariamente tienen que se agresivas con tal que cuenten con los medios necesarios para adquirir aquello que desean poseer. La agresión aparecería cuando no se tiene los instrumentos para la satisfacción de sus deseos. ¿Será esta una explicación del por qué tanta agresión en nuestra sociedad?

“Los vicios privados se convierten en virtudes públicas y hacen funcionar a la sociedad. Algo que puede ser un defecto en un individuo, si es suprimido, anula gran parte del funcionamiento de esa sociedad, pensada para dar gustos a quienes tienen deseos",  afirma Savater.

El enemigo es uno mismo pero hay todo una sociedad que alimenta la autodestrucción colectiva.

Lo que nos dice la Teología:

Como “uso inmoderado de los alimentos necesarios para la vida” es definido este pecado. La definición teológica se complementa con que “el placer o deleite que acompaña al uso de los alimentos, nada tiene de malo; al contrario, en el efecto de una providencia especial de Dios para que el hombre cumpliese más fácilmente con el deber de su propia conservación. Prohibido es, empero, comer y beber hasta saciarse por ese solo deleite que se experimenta”.

De esta manera, la religiosidad latina especifica estas faltas en:
  • Proepropere: comer antes de tiempo o cuando se debe abstener de comer, por ejemplo en los días de ayuno señalados por la Iglesia.
  • Laute: cuando se comen manjares que superan las posibilidades económicas de la persona.
  • Nimis cuando se bebe o se come en perjuicio de la salud de la persona.
  • Ardenter: cuando se come con extrema voracidad o avidez a manera de las bestias. 
La gula se transforma en pecado en los siguientes casos:

  • Cuando por el solo placer de comer se llega al hurto o se reduce a la familia a la mendicidad.
  • Cuando el deleite en el comer se reduce a un fin único y preponderante en la vida.
  • Cuando es causa de graves pecados como la lujuria y la blasfemia.
  • Cuando transgrede los preceptos de la Iglesia en los días de ayuno y de abstinencia de ciertos alimentos.
  • Cuando se provoca voluntariamente el vómito para continuar el deleite de la comida.
  • Cuando se auto infiere grabe daño a la salud o sufrimiento a si mismo y a los que lo rodean.
Además de lo dicho por la teología tradicional, la gula tiene un aspecto que no debemos dejar de considerar. La gula es la manifestación física de un apetito más profundo y significativo. El que cae en las tentaciones de la gula, no sólo quiere consumir comida. Quiere, de alguna manera, ingerir todo el universo. Asimilar, hacer suyo, todo lo exterior, reducir todo lo otro a sí mismo. En este sentido la gula se mimetiza estrechamente con la lujuria, se trata de ponerse por sobre lo otro, reducirlo, objetivarlo y hacerlo suyo. De esta manera el “glotón” se transforma en el único centro de referencia, en conformidad con el principio del amor a sí mismo. El asimilar, reducir, el universo en general y al prójimo en particular a sí mismo es la más radical negación del otro.

“Amarás a tu prójimo como a ti mismo” (Marcos 12:31)  


Como ya hemos visto, el pecado de la Gula favorece cierto tipo de enfermedades relacionadas con el planeta Júpiter. He elegido dos de las más significativas: el cáncer y la obesidad. A continuación, analizaremos algunos de estos trastornos desde el punto de vista de la Medicina Holística.

EL CÁNCER

Lo que nos dice la Biodescodificación:

Conflicto: Todos los cánceres tienen un conflicto de identidad. ¿Qué es lo que no quiere ver morir? (vejez, trabajo...)
Resentir: “No soy quien quiero ser".
Con varios conflictos programantes y un desencadenante.

Los enfermos de cáncer suelen ser personas que mantienen algún tipo de resentimiento de larga duración, o problemas emocionales pendientes con el pasado, que los hacen sentirse profundamente heridos.

Lo que nos dice Louise L. Hay:

Causa probable: Herida profunda. Rencor que se mantiene mucho tiempo. Secreto o aflicción profunda que carcome. Carga de odios. Creer que todo es inútil.
Nuevo modelo mental: Con amor perdono y libero todo el pasado. Elijo llenar mi mundo de alegría. Me amo y me apruebo.

CÁNCER: Es una enfermedad causada por un profundo resentimiento contenido durante muchísimo tiempo, hasta que literalmente va carcomiendo el cuerpo. En la infancia sucede algo que destruye nuestro sentimiento de confianza. Esta es una experiencia que jamás se olvida, v el individuo vive compadeciéndose de sí mismo y se le hace difícil cultivar y mantener durante mucho tiempo relaciones significativas. Con un sistema de creencias así, la vida se muestra como una serie de decepciones. Un sentimiento de desesperanza, desvalimiento y pérdida se adueña de nuestro pensamiento, y nada nos cuesta culpar a otros de todos nuestros problemas. La gente que tiene cáncer, además, es muy autocrítica. Para mí, la clave de la curación del cáncer está en amarse y aceptarse.

ACTITUD NEGATIVA COMUN: Yo he tenido resentimientos y odios acumulados por mucho tiempo. Orgullo falso sobre mi propia valía.
ACTITUD POSITIVA A ADOPTAR: Yo soy aquí y ahora el perdón y el amor, mi pasado se fue ya. Me amo como soy.


Lo que nos dice Jacques Martel:

El cáncer es una de las principales enfermedades del siglo veinte. Se desarrollan células anormales cancerosas y, al no reaccionar el sistema inmunitario frente a estas células, proliferan rápidamente. Los seres humanos frecuentemente tienen células pre - cancerosas en el organismo pero el sistema inmunitario, es decir el sistema de defensa natural de nuestro cuerpo, se encarga de ellas antes de que se vuelvan cancerosas. Es porque dichas células anormales se desarrollan de modo incontrolado e incesante que pueden dañar el funcionamiento de un órgano o de un tejido, pudiendo así afectar partes vitales del organismo.
Cuando estas células invaden ciertas partes del cuerpo, se habla de cáncer generalizado.

El cáncer está principalmente ligado a emociones inhibidas, profundo resentimiento y a veces muy viejo, con relación a algo o una situación que me perturba aún hoy y frente a la cual nunca me atreví a expresar mis sentimientos profundos. Aun cuando el cáncer puede declararse rápidamente después de un divorcio difícil, una pérdida de empleo la pérdida de un ser querido, etc., habitualmente es el resultado de varios años de conflicto interior, culpabilidad, heridas, penas, rencores, odio, confusión y tensión. Vivo desesperación, rechazo de mí.

Lo que sucede al exterior de mí sólo es el reflejo de lo que sucede en el interior, el ser humano siendo representado por la célula y el medio de vida o la sociedad, por los tejidos. Con mucha frecuencia, si estoy afectada de cáncer, soy una persona que ama, servicial, muy atenta y bondadosa para mi entorno, sumamente sensible, sembrando amor y felicidad alrededor mío. Durante todo este tiempo, mis emociones personales están rechazadas en lo más hondo de mí mismo. Durante todo este tiempo, mis emociones personales están inhibidas en lo más hondo de mí. Me conforto y me engaño encontrando satisfacción en el exterior en vez del interior de mí mismo ya que tengo una débil estima de mí. Entonces, me cuido de todo el mundo, dejo de lado mis necesidades personales. Ya que parece que la vida ya no me traiga nada, capitulo y carezco de las ganas de vivir.
¡De qué sirve luchar! Si vivo muchas emociones fuertes, de odio, culpabilidad, rechazo, estaré en muy fuerte reacción (igual como la célula); incluso me sentiré responsable de los problemas y sufrimientos de los demás y querré auto destruirme. “Estoy resentida para con la vida”, “es demasiado injusta”. Juego a la “Víctima” de la Vida y me vuelvo pronto “Víctima” del cáncer. Suele ser el “odio” hacía alguien o una situación que me “roerá el interior” y que hará que se auto-destruyan las células.
Este odio está profundamente hundido en el interior de mi ser y frecuentemente no tengo consciencia de que existe. Está hundido detrás de mi máscara de “buena persona”. Mi cuerpo se desintegra lentamente porque mi alma se desintegra también: necesito colmar mis deseos no satisfechos en vez de únicamente complacer a los demás.
Debo concederme alegrías, “pequeños dulces”. Cumulé resentimiento, conflictos interiores, culpabilidad, auto–rechazo hacía mí porque siempre actué en función de los demás y no en función de lo que quiero. La paciencia ejemplar y presente en mí se acompaña frecuentemente de una débil estima de sí. Evito darme amor y aprecio porque creo que no lo merezco.
Mi voluntad de vivir se vuelve casi nula. Me siento inútil. “¿De qué sirve vivir?” Es mi modo de acabar con la vida. Me auto–destruyo y es aquí un suicidio disfrazado. Tengo la sensación de haber “fallado” mi vida y veo ésta como un fracaso.
La parte del cuerpo afectada me da explicaciones sobre la naturaleza de mi(s) problema(s): esto indica cuales son los esquemas mentales o actitudes que debo yo adoptar para hacer que desaparezca la enfermedad. Debo volver a tomar contacto con mi “yo interior” y aceptarme tal como soy, con mis cualidades, mis defectos, mis fuerzas y mis debilidades. Acepto dejar caer las viejas actitudes y costumbres morales. La aceptación de mi enfermedad es esencial para que pueda luego “luchar”. ¿Si yo rehúso aceptar mi enfermedad, cómo puedo curar? Abro mi corazón y tomo consciencia de todo lo que la vida puede traerle y de en qué medida formo parte de ella.
Recibiendo un tratamiento en curación natural, masaje o cualquier otra técnica con la cual me siento a gusto, tendrá el efecto de una armonización que me permitirá abrir mi consciencia a todas las maravillas de la vida y la belleza que me rodean, y fortalecerá así mi sistema inmunitario.

Lo que nos dice Lisa Bourbeau:

BLOQUEO FÍSICO: El cáncer representa al mismo tiempo una alteración en la célula y una desviación considerable del mecanismo de reproducción de todo un grupo celular.

BLOQUEO EMOCIONAL: Esta enfermedad se manifiesta en una persona que sufrió una herida grave en su infancia (de uno de los padres o de los dos) y tuvo que vivirla en aislamiento. Las heridas emocionales importantes que pueden causar enfermedades graves son: el rechazo, el abandono, la humillación, la traición o la injusticia. Algunas personas pueden haber sufrido varias de estas heridas durante su infancia. En general, la persona que padece de cáncer es del tipo que desea vivir en el amor, amor que rechazó por completo al albergar durante mucho tiempo ira, resentimiento u odio hacia uno de sus padres. Muchos rechazan incluso a Dios por lo que vivieron o viven. Esos sentimientos no reconocidos se acumulan y aumentan cada vez que algún incidente revive esa vieja herida. Un día, cuando la persona llega a su límite emocional, todo estalla en su interior y entonces aparece el cáncer. Se puede manifestar después de que la persona haya resuelto el conflicto o bien durante el bloqueo.

BLOQUEO MENTAL: Si tienes cáncer es importante que reconozcas que de niño sufriste y que te permitas ser humano, es decir, darte el derecho de rechazar a uno de tus progenitores o a los dos. El hecho de sufrir heridas en soledad es lo que crea la mayoría de los problemas. Es posible que creas que si te liberas de ellos serás más libre. Por el contrario, la necesidad más grande de tu alma y de tu corazón es acercarte al amor verdadero y el medio por excelencia para ello es el perdón. No olvides que perdonar no sólo quiere decir no rechazar a los demás. La dificultad más grande de la persona con cáncer es perdonarse a sí misma por haber albergado esos pensamientos de odio o esas ideas de venganza aun cuando fueran inconscientes. Perdona al niño que vive en ti, que vivió en silencio y sintió rabia y rencor sin tener quien lo apoyara, quien lo entendiera. Deja de pensar que el hecho de rechazar a otra persona significa ser "malo". No es maldad, es ser humano.


OBESIDAD Y SOBREPESO

Lo que nos dice la Biodescodificación:

3ª Etapa (Movimiento, valoración).
Conflicto:
Cartucheras: Protección sexual.
Edemas: "¿Sigo siendo válida?"
Grasa: "Solo puedo estar conmigo mismo".
Conflicto del globo: Temas relacionados con la espiritualidad.

Es muy estructural, es muy difícil encontrar los conflictos que lo desata y suele ser algo muy repetido en el tiempo, una sensación de peligro continuada. Básicamente: Conflicto de abandono y separación de forma brusca. Cuando estoy abandonado estoy solo y en peligro.

Respuesta femenina: Adelgazar para poder huir.
Respuesta masculina: Engordar para hacerse grande. (Gorila dominante).
También si me abandonan, me desvalorizo.

Un sobrepeso puede ser por líquidos o por grasa, y lo veremos por la velocidad. Si engordo rápido son líquidos. Si me siento solo, pretenderé no perder los referentes. Si es progresivo es grasa. Alimento = Afecto.
Cuando un niño mama se alimenta a la vez de afecto (por eso la bulimia está ligada a la carencia afectiva).
La tiroides controla el metabolismo (4ª etapa) y prepara para enfrentarse a algo (se hace grande, masculino) o para huir (adelgaza, femenino).

En el sobrepeso suele haber:
a. Un desencadenante.
b. Algo que lo mantiene.

Dependiendo del lugar donde se acumula la grasa tendrá otro sentido (siempre sobre la protección):
Grasa en la barriga (panxabirra): Siento que mi vida la controla mi pareja.
Hombros: Debo ser fuerte.
Barriga en la mujer: Protección de los hijos.
Barrigas que caen (tapan el sexo): Protejo mi sexo para que ahí no pase nad.

SÍNDROME DEL ABANDONO:
·         Real o simbólicamente, sensación de soledad, peligro permanente

Pueden encontrarse dos actitudes:
Actitud femenina: huir, pasar desapercibida (adelgazamiento). Anorexia: Mamá tóxica.
Actitud masculina: pone en marcha varios mecanismos de protección (sobrepeso).
Retención de agua.
Acumulación de grasa.

Existencia profunda: retención de agua.
Falta de “alimento”: carencia afectiva (bulimia).
Estar perdido: cortisol y suprarrenales, miedo a equivocarse de dirección.
Desvalorización e impotencia: No tener ningún valor, no ser amada de verdad.
Camuflaje: cambio de imagen corporal, tomar espacio para existir, escudo protector.
Miedo frontal: sentimiento de temor por estar en peligro permanente.
Tiroides: tener suficiente tiempo para huir.

Conflictos bloqueantes Personales:
·         Conflicto de Silueta -conflicto del glucagón- (hormona que inhibe la entrada de azúcar en la célula), hipoglucemia.
·         Nº de kg de sobrepeso: pueden indicarnos la edad o la relación del bloqueo Proyecto/sentido. Transgeneracional.
·         OBESIDADES ALTAS: desarreglo del cortisol, sobrealimentación.
·         OBESIDADES ABDOMINALES: desarreglo de la Insulina.
·         OBESIDADES BAJAS: influencia de las hormonas femeninas (estrógenos y progesterona)

OBESIDADES ABDOMINALES: desarreglo de la secreción de Insulina, transformación excesiva de glúcidos en triglicéridos de depósito. Causas alimentarias, metabólicas (genéticas), depresivas, falta de ejercicio… Protección a un hijo, escudo antidepresivo, protección del pubis (violación, incesto…)
OBESIADES BAJAS: acción hipo-lipolítica (mala combustión de la grasa) de las hormonas femeninas. Aspecto de celulitis (piel de naranja) Protección de la feminidad Rencor, injusticia y cólera interiorizada ((meridiano vesícula biliar).
OBESIDADES MIXTAS: interviene un factor hipolipolítico (mala combustión de grasa) y un factor hiperlipogenético (exceso de fabricación de grasa).
OBESIDAD CONSTITUCIONAL FAMILIAR: aparecen y evolucionan en brotes, en momentos precisos de la vida.
OBESIDADES HIPOTALAMICAS: gran obesidad, coincide con choque afectivo, ritmos depresivos. Bulimia verdadera.

Las personas con sobrepeso suelen tener sentimientos de miedo y se suelen sentir desprotegidas, en muchos casos suelen ser personas con carencias afectivas e insatisfacción sexual. La comida se convierte en un paliativo de su insatisfacción, del tipo que sea. El sobrepeso también lo favorece la soledad, el aburrimiento, la tristeza, el rechazo, un sentimiento de fracaso, la sensación de impotencia, y las ideas negativas. La única dieta efectiva, es la abstención de pensamientos negativos. Muchas veces engordan más los remordimientos por el alimento que te estás comiendo, que el alimento en sí. Porque si tú crees que te engorda, ten seguro que lo hará. Creer es crear. Diccionario Jacques Martel: Sobrepeso Frecuentemente relacionado con el hecho de acumular cosas, ideas, emociones, querer protegerse, sentirse limitado, vivir una vida interior. 

Lo que nos dice Louise L. Hay:

Causa probable: Miedo, necesidad de protección. Huida de los sentimientos. Inseguridad. Rechazo de uno mismo. Búsqueda de satisfacción.
Nuevo modelo mental: Estoy en paz con mis sentimientos. Estoy a salvo donde estoy. Yo creo mi propia seguridad. Me amo y me apruebo.

Retención de líquidos:
Causa probable: ¿Qué tienes miedo de perder?
Nuevo modelo mental: Libero de buena gana y con alegría.

Gordura:
Causa probable: Deseo de protección. Hipersensibilidad.
Nuevo modelo mental: El amor divino me protege. Estoy a salvo y seguro.

EXCESO DE PESO: Representa una necesidad de protección. Tratamos de protegernos de heridas, agravios, críticas, abusos e insultos, de la sexualidad y de las insinuaciones sexuales de un miedo general a la vida, y también de miedos específicos. Yo tengo tendencia a ser gorda, y, sin embargo, con los años me he dado cuenta de que cuando me siento insegura e incómoda suelo aumentar uno o dos kilos. Cuando la amenaza desaparece, el exceso de peso se va también, sin que yo haya hecho nada por eliminarlo. Luchar contra la obesidad es perder tiempo y energía. Las dietas no funcionan, porque tan pronto como se las interrumpe, el peso vuelve a aumentar. Amarse y aprobarse, confiar en el proceso de la vida y depositar su segundad interna en el conocimiento del poder de su propia mente son los elementos básicos de la mejor dieta que conozco. Póngase a dieta de pensamientos negativos, y el problema del peso se resolverá solo. Demasiados padres y madres piensan que cualquier problema que tengan sus hijos se soluciona atiborrándolos de comida. Estos niños, cuando crecen, cada vez que tienen un problema se quedan hipnotizados ante el frigorífico abierto, diciéndose: «No sé bien qué es lo que quiero».

OBESIDAD:
Vacío interior por falta de amor. (Se recurre a la comida para compensarlo). Temor a exponernos ante los demás. Ser vulnerable y susceptible de sufrir daño. Inhibición a expresar con libertad. Aparece después de tener un shock emocional o pérdida de un ser querido, Sensación de estar vacío de propósito. Aferramiento a actitudes mentales fijas. En los niños: dificultad de reconocer o expresar sus sentimientos de aceptación y seguridad, Amor no correspondido.

SOLUCIÓN POSIBLE:
Dar amor para recibirlo. Tener autoestima. Tener discernimiento. Expresar las emociones. Cambiar nuestra forma de pensar, esperar lo mejor de la vida, confiar en ella, entregarse y conocerse.

Lo que nos dice Lisa Bourbeau:

BLOQUEO FÍSICO: La obesidad es causada por una excesiva acumulación de tejido adiposo en el organismo. Se le considera un problema cuando la salud de la persona esta en peligro a causa de este exceso de peso.

BLOQUEO EMOCIONAL: La obesidad puede tener varias causas, pero en todos los casos la persona afectada se sintió humillada en la infancia y todavía tiene miedo de sentir vergüenza, de que alguien se avergüence de ella o de que alguien la avergüence. El exceso de peso es una protección contra aquellos que le piden demasiado, porque esta persona sabe que le resulta difícil negarse y tiene tendencia a llevar todo a sus espaldas. También es posible que la persona se sienta prisionera desde hace mucho tiempo. Se siente como el relleno de un sándwich, y debe partirse en cuatro para tener contenta a la gente que la rodea. Cuanto más quiere hacer felices a los demás, y que la consideren buena persona, más trabajo le cuesta reconocer sus verdaderas necesidades. También suele suceder que una persona acumula demasiada grasa para no ser deseada por el otro sexo, ya sea por temor a ser engañada o a no ser capaz de decir que "no". La persona obesa también quiere ocupar su lugar en la vida, pero se siente mal por hacerlo. No se da cuenta de que, a pesar de todo, ya ocupa bastante... y no solamente en lo físico.

BLOQUEO MENTAL: A una persona obesa le resulta muy difícil observarse realmente debido a su enorme sensibilidad. ¿Puedes observar bien cada una de las partes de tu cuerpo en un espejo? La capacidad de observar tu cuerpo físico tiene que ver con tu capacidad para observar más allá de lo físico, es decir, para observar dentro de ti a fin de descubrir la causa oculta de tu exceso de peso. Esta es la razón por la que quizás te resistas a lo que lees en esta descripción. Quizás debas leerla varias veces y hacerlo a tu propio ritmo. El haberte sentido humillado en tu infancia te llevó a querer protegerte y a decidir que no te volvería a ocurrir. Por esta decisión quieres ser a toda costa "una buena persona", y para ello te echas demasiado a tus espaldas. Ha llegado el momento de que aceptes recibir sin creer que "tomas" algo que no es tuyo y que deberás devolverlo después.
Te sugiero que al final de cada día hagas un análisis retrospectivo y observes cada incidente que pueda tener relación con la vergüenza y la humillación. Después, pregúntate si es realmente cierto que eso sea vergonzoso. Del mismo modo, adquiere el hábito de preguntarte: "¿Qué es lo que quiero realmente?", antes de decir "sí" a todas las peticiones y antes de ofrecer tus servicios. El amor y la estima que te tienen los demás no disminuirán. Por el contrario, apreciarán que te respetes y ocupes tu lugar. Es cierto que serás siempre una persona servicial, pero se trata de que aprendas a hacerlo escuchando tus necesidades. Además, date el derecho de ser una persona importante y de ocupar un lugar (no sólo físico) en la vida de quienes amas.
Cree en tu importancia.

Lo que nos dice Jacques Martel:

EXCESO DE PESO:
El exceso de grasa que mi cuerpo almacena entre mi ser interior y el medio exterior me indica que inconscientemente busco, quiero aislarme, o bien en mi comunicación con el exterior o incluso, que existe una emoción o un sentimiento preso, “aislado” en mi interior, y que ya no quiero ver. Por mi obesidad, busco una forma de protección que cumulo continuamente en mis pensamientos interiores. Hay un vacío entre yo y el mundo exterior. Así escondo mi inseguridad al estar expuesto, al ser vulnerable y así, quiero evitar estar herido o bien por observaciones, críticas o bien por situaciones en las cuales estaría incómodo, en particular frente a mi sexualidad. Así puedo interpretar mi exceso de peso como siendo el hecho de que lo quiero poseer todo. Mantengo emociones como el egoísmo y sentimientos que no quiero soltar. Esto puede ser un desequilibrio, una rebelión frente al entorno, una reacción a gestos, situaciones que ya no quiero ver o de las cuales ya no quiero acordarme. El alimento terrestre representa también un alimento emocional.

Por lo tanto, como excesivamente para colmar un vacío interior o para compensar el éxito que me deja “emocionalmente” aislado. Puedo vivir una gran inseguridad tanto a nivel afectivo como material e inconscientemente necesito almacenar para evitar cualquier “penuria” o “carencia” que podría ocurrir. Esta falta puede haber sido vivida en la infancia y frecuentemente para con la madre, ya que era mi nexo directo con el alimento y la supervivencia (mamada). Frecuentemente, la obesidad se produce después de un gran golpe emocional o una pérdida importante, y el vacío vivido se vuelve muy difícil de soportar. Vivo un gran sentimiento de abandono, un vacío interior.

Frecuentemente me siento culpable de la marcha o de la pérdida de un ser querido. Busco un objetivo en mi vida, busco realizar “algo bien”. Tengo dificultad en tomar mi lugar con mis palabras y mis gestos. Lo hago pues tomando más sitio con mi cuerpo físico. Además, me desvalorizo con relación a mi aspecto físico: una ligera “imperfección” o algunos kilos ganados tendrán a mis ojos unas proporciones gigantescas y ya no puedo ver ni apreciar mis cualidades o mis atractivos físicos. Poniendo toda mi atención en lo que “carece de gracia”, mi cuerpo reaccionará a esto añadiendo aún más peso para hacerme comprender cuanto soy duro hacía mi mismo y cuanto me auto - destruyo, aunque sólo fuera por mis pensamientos negativos.

El hecho de efectuar ejercicios y seguir una dieta no será suficiente para adelgazar y debo tomar consciencia del verdadero origen de mi exceso de peso que resulta de una situación de abandono. Sea niño o adulto, tomo consciencia que me rechazo a mí mismo. Puedo tener la sensación de sentirme limitado con relación a diferentes aspectos de mi vida o a lo que quiero realizar. Este sentimiento de limitación, hará que mi cuerpo tome expansión, y absorba un exceso de peso. También si soy una persona que cumula pensamientos, emociones o cosas, mi cuerpo “cumulará” él también pero bajo forma de grasa. Aprendo a expresar mis emociones, a reconocer mi valor y todas mis posibilidades. Sé ahora que cualquier vacío que me parece vivir en mi vida puede llenarse de amor y de sentimientos positivos hacía mí.


Con mi aceptación de mí mismo y de los demás, con el amor que me rodea, me libero pues de esta pena y de esta necesidad de protección.

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