sábado, 26 de enero de 2013

¿Cómo tratar la relación de amistad?


La Amistad ha sido para mí lo más importante de la vida, sin embargo, ha sido a través de los lazos de amistad que he sufrido las más duras experiencias de mi existencia. ¿Cómo hay que tratar la relación de la amistad?

Como ya he tenido ocasión de expresar en varias ocasiones, estos artículos nos están orientados, ni mucho menos, a establecer verdades absolutas con la intención de dirigir las vidas de los demás. Todo lo contrario, lo que intento en cada ocasión es compartir con cuantos lo deseen el contenido de mis experiencias, las cuales me han permitido comprender el valor tan importante que posee el poder tomar conciencia de que nosotros y tan solo nosotros somos los únicos responsables de nuestros actos.
Tener la potestad de crear en cada momento tomando conciencia de ello, es para mí la mayor conquista alcanzada en esta vida. Quiero ser libre en mis actuaciones, en mis emociones y en mis pensamientos. Quiero pensar y decidir por mí mismo, y cuanto más me acerco a esta idea, más cerca me encuentro de los demás.
Sirva este preámbulo para indicar que no soy nadie para indicarte como debes vivir la experiencia de la amistad. Ahora bien, lo que sí puedo hacer es compartir mis vivencias y conocimientos contigo.
Veras, la amistad, tal y como yo la veo no es una pura experiencia de orden emocional, y digo esto, porque mientras que las emociones suelen tener como meta la posesión, la amistad cuando se basa en estos principios suele desencadenar consecuencias de dolor y decepción.
La amistad debe basarse en un aspecto sublimado de las emociones, y ello nos llevaría a una experiencia de relación mental, es decir, de comprensión. Tan solo a través de la comprensión. de uno mismo, podremos llegar a comprender a los demás.
Si por ejemplo, no aceptamos nuestros errores y nos castigamos, jamás lograremos aceptar los errores de los demás, lo que nos llevará a una constante critica proyectada a enjuiciar el comportamiento ajeno, sin darnos cuenta que estamos viendo nuestros propios errores en los demás. y como los reconocemos y no los aceptamos, lo combatimos.
Cuando las emociones posesivas median en las relaciones de amistad, por lo general, lo que nace como una atracción amistosa, se convierte en una experiencia de posesividad, por lo que tarde o temprano se convertirá en exigencias difíciles de soportar. Los celos, la envidia, la intolerancia, son aspectos que suelen encontrarse muy cerca de las relaciones amistosas, que crecen en un ambiente de emociones y pasiones.

1 comentario:

  1. La amistad es sublime. A medida que voy aprendiendo a perdonarme a mi misma por los errores cometidos, puedo ir aprendiendo ha aceptar a los demás. Mamá decía que "puñalada en barriga ajena no duele". Y ello para mi es primordial. Es importante el aprender a ponerme en los zapatos del otro, para no criticarlo, no juzgarlo y no ajusticiarlo.

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