2Lo que ahora veo no son sino signos de enfermedad, desastre y muerte. 3Esto no puede ser lo que Dios creó para Su Hijo bien amado. 4El hecho en sí de que vea tales cosas demuestra que no entiendo a Dios. 5Por lo tanto, tampoco entiendo a Su Hijo. 6Lo que veo me muestra que no sé quién soy. 7Estoy decidido a ver los testigos de la verdad en mí, en vez de aquellos que me muestran una ilusión de mí mismo.
2El mundo que veo no es en modo alguno la representación de pensamientos amorosos. 3Es un cuadro en el que todo se ve atacado por todo. 4Es cualquier cosa menos un reflejo del Amor de Dios y del amor de Su Hijo. 5Son mis propios pensamientos de ataque los que dan lugar a este cuadro. 6Mis pensamientos amorosos me librarán de esta percepción del mundo y me brindarán la paz que Dios dispuso que yo tuviese.Estoy decidido a ver las cosas de otra manera.
- ¿Por qué te identificas con el sufrimiento, con el dolor, con la enfermedad? ¿Acaso piensas que eres merecedor de ello? ¿Acaso te sientes culpable de tus acciones, de tus elecciones? Tu visión es ilusoria y se recrea en lo temporal, pero tienes el poder de la voluntad, y puedes elegir ver de otra manera. ¿A qué esperas para ver la verdad, la unidad, la felicidad, el amor?
- Si decides verte separado de los demás, justificarás tus relaciones como una
experiencia de ataque y venganza. Si anidas la creencia de que eres un pecador, abrirás tu puerta para que el miedo y la culpa se asienten en tu interior. ¡Ojalá despiertes de esta pesadilla!
- La venganza es tu respuesta al percibir en los demás el ataque que emanas desde tus pensamientos. Deja de castigarte, deja de concebir que el mundo te odia y te persigue. Deja de justificar la condena de tus propios juicios. Abre tu corazón al verdadero Amor; eleva tus pensamientos al plano donde gobierna la Unidad.
- ¿Qué te hace feliz? ¿Qué te aporta alegría? ¿Qué aporta paz a tus sueños? ¿Poder…, afán de riquezas…? ¿Existe felicidad, alegría y paz en tu mente? ¿Existe poder, afán de riquezas en tus pensamientos? ¿Qué es lo que más te conviene?
- ¿Te sientes perdido? ¿Te sientes abandonado? ¿Te sientes castigado? ¿Acaso aún no sabes quién eres? Si lo supieras, no estarías perdido, ni te sentirías abandonado y castigado. Si te ves como un cuerpo, ¿qué poder te atribuyes? Tu vehículo físico, con el que te has identificado, no tiene la capacidad de decidir ni de elegir. Es tu Mente, desde donde emanan tus elecciones. ¿A qué esperas para saber quién eres?

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