1. El ego forja ilusiones. 2La verdad desvanece sus sueños malvados con el brillo de su fulgor. 3La verdad nunca ataca. 4Sencillamente es. 5Y por medio de su presencia se retira a la mente de las fantasías, y así ésta despierta a lo real. 6El perdón invita a esta presencia a que entre y a que ocupe el lugar que le corresponde en la mente. 7Sin el perdón, la mente se encuentra encadenada, creyendo en su propia futilidad. 8Mas con el perdón, la luz brilla a través del sueño de tinieblas, ofreciéndole esperanzas y proporcionándole los medios para que tome conciencia de la libertad que es su herencia.
2. Hoy no queremos volver a aprisionar al mundo. 2El miedo lo mantiene aprisionado. 3Mas Tu Amor nos ha proporcionado los medios para liberarlo. 4Padre, queremos liberarlo ahora. 5Pues cuando ofrecemos libertad se nos concede a nosotros. 6Y no queremos seguir presos cuando Tú nos ofreces la libertad.
El miedo nace de la creencia en el pecado. Pero el pecado no es real, solo vive en la mente que, equivocadamente, cree en él. Así que el miedo tampoco es real; únicamente existe en la mente que le da vida.Ejemplo.Guía: "El miedo a amar"
¿Cómo es posible que podamos tener miedo al amor?
"La atracción de la culpabilidad hace que se le tenga miedo al amor, pues el amor nunca se fijaría en la culpabilidad en absoluto. 2La naturaleza del amor es contemplar solamente la verdad -donde se ve a sí mismo- y fundirse con ella en santa unión y en compleción. 3De la misma forma en que el amor no puede sino mirar más allá del miedo, así el miedo no puede ver el amor. 4Pues en el amor reside el fin de la culpabilidad tan inequívocamente como que el miedo depende de ella. 5El amor sólo se siente atraído por el amor. 6Al pasar por alto completamente a la culpabilidad, el amor no ve el miedo. 7Al estar totalmente desprovisto de ataque es imposible que pueda temer. 8El miedo se siente atraído por lo que el amor no ve, y ambos creen que lo que el otro ve, no existe. 9El miedo contempla la culpabilidad con la misma devoción con la que el amor se contempla a sí mismo. 10Y cada uno de ellos envía sus mensajeros, que retornan con mensajes escritos en el mismo lenguaje que se utilizó al enviarlos". (T-19.IV.i.10)
"Todas las relaciones especiales tienen como meta el pecado, 2pues son tratos que se hacen con la realidad, a la que la aparente unión se adapta. 3No te olvides de esto: hacer tratos es fijar límites, y no podrás sino odiar a cualquier hermano con el que tengas una relación parcial. 4Quizá trates de respetar el trato en nombre de lo que es "justo", exigiendo a veces ser tú el que pague, aunque lo más frecuente es que se lo exijas al otro. 5Al hacer lo que es ''justo”, pues, tratas de mitigar la culpabilidad que emana del propósito que aceptaste para la relación". (T-21.III.1:1-5)Reflexión: El perdón es la llave que nos libera de la cárcel a la que nos somete el miedo.

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