viernes, 9 de abril de 2021

Astrología Cabalística: "Las Casas Terrestres - Casa IV"

CASAS DE AGUAS: PSIQUICAS-EMOCIONALES


En el Segundo Día de la Creación, el Elemento activo fue el Agua, y con él la Obra recibe el Elemento rebelde, lo que llevó a la necesidad de "separar", "dividir" lo que en el Fuego se encontraba en estado de Unidad. Así se estableció las Aguas de "arriba" y las Aguas de "abajo".

Los Trabajos de este Elemento-Día están bajo la regencia de Hochmah, el Amor Primordial. Ya veíamos que esa esencia - el amor- adopta los ropajes del Agua para establecer la ruta por la que rencontraremos la unidad perdida.

Las Casas de Agua en analogía con estos Trabajos Divinos, llevarán implícito ese mismo mensaje, pues si con Cáncer-Escorpio-Piscis, hablábamos de las Aguas Divinas, con las Casas IV-VIII-XII hablaremos de las Aguas humanas, esto es, de la calidad de nuestras emociones, que como es obvio no tendrán la misma calidad que las divinas.

Con el Agua, se adquiere el afán-deseo de crear, por lo que su manifestación nos lleva a afrontar esa experiencia esencial. De este modo, las Casas de Agua estarán impregnadas de esa misma necesidad, por lo que nos revelará nuestra actitud a aceptar los trabajos creadores, entendiéndolo siempre como el deseo humano de actuar-imitar a los Trabajos Divinos.

Por último, y en relación con la división propia del Elemento, en las Casas de Agua, encontraremos los trazos de esa "separación" y podremos interpretar, que mientras el Fuego-Luz, es la conciencia moral, el Agua-oscuridad, es esa misma conciencia pero en negativo, es decir, su reflejo, esto es, el inconsciente.

Pasemos a analizar las Casas de Agua, individualmente. 



CASA IV

 Al tratarse de una Casa Yod, existe una amplia actividad emprendedora, en este caso relacionada con el mundo interno, con el mundo oscuro de las emociones y sentimientos. En este sector, el hombre trata de integrar su "Fuego" particular, es decir, su propósito humano en su naturaleza emotiva, de tal modo que sus deseos, motivan, estimulan al individuo hacia la consecución del propósito.

Existirá en esta Casa un afán de pureza que nos llevará a emanar sentimientos con el propósito de "blanquear", "limpiar", "regenerar", nuestra naturaleza y la de los demás. A través de la Casa IV, ponemos en marcha nuestro Hochmah particular, adoptando los ropajes de los sublimes anhelos, los cuales nos llevarán a desarrollar una hermosa labor curativa.

Otra de las interpretaciones más comunes que se recogen en la tradición astrológica, nos indica la relación de este sector con el pasado, con las raíces, con nuestro origen, nuestra infancia, nuestra patria y antepasados, con nuestra madre como expresión del marco que nos ha dado la vida.

Todas estas ideas encuentran su expresión en los Trabajos del Elemento Agua, pues como veíamos en su estudio, el Agua lleva impregnado en sí mismo al Elemento primordial, el Fuego, el cual nos refiere nuestra verdadera esencia, nuestra divinidad, el principio más elevado y puro que hay en nosotros. El Agua queriendo reflejar, imitar, interiorizar esa pureza, al manifestarse en el terreno humano, se representa como la búsqueda de ese pasado, de esa etapa anterior que nos revelará nuestra trascendencia, que nos hace sentirnos Dioses, que nos hará retornar a la Unidad. 

Siendo esto así, debemos tomar conciencia de la importancia que tiene este sector, pues la medida en que lo potenciemos cuando los planetas -en especial el Sol- transite por él, estaremos recuperando nuestra pureza primigenia.

Si en el Agua, nace la conciencia humana de división con respecto a su creador -conciencia espiritual-, en la Casa IV, se produce el re-nacimiento de la conciencia unitaria. En un grado más concreto de estas energías, este sector nos hablará igualmente de las circunstancias que rodea nuestro nacimiento físico. 

Ya hemos aludido anteriormente a los dos niveles establecidos dentro del Elemento Agua: las Aguas de arriba-superiores-cielo, y las Aguas de abajo-inferiores-abismo. En analogía con esta idea, la Casa IV, es la puerta de entrada donde se pone de manifiesto esta dualidad. Así pues, dependiendo de la orientación de la conciencia del individuo -que viene dada por la situación de los senderos del Árbol Cabalístico- podremos conocer la dirección que tomará nuestras emociones, bien identificadas con lo Superior, lo cual dará lugar a un estado de pureza, bien identificado con lo Inferior, lo cual degenerará en sentimentalismos y pasiones.

El Elemento Agua se manifiesta como arquetipo de lo interno, del plano astral, ese vasto y misterioso mundo donde se desarrolla una actividad aún más amplia que la que habitualmente vivimos en el mundo físico. En él evolucionan un gran número de jerarquías espirituales, así como las almas desencarnadas que tras el abandono del plano físico, pasan a ese plano. Conociendo esto, a través de la Casa IV, estaremos en contacto con las entidades evolucionantes en el plano astral, y se produce una comunicación que bien puede ser consciente o inconsciente. Esa relación no se establece con los seres espirituales, sino también -y esto es muy importante-, con los clichés emocionales, esas imágenes engendradas por nuestros deseos y que van adquiriendo poder sobre nuestra naturaleza. Los hábitos emocionales encuentran un difícil obstáculo a vencer en estas creaciones astrales.

Las experiencias vividas durante el sueño, están igualmente en estrecha relación con las creaciones que hacemos en el Mundo del Deseo, promovidas por nuestra imaginación y sentimientos.

Por último señalar, que cuando nuestra conciencia no nos lleva a realizar los trabajos de purificación propios del sector IV, serán las anécdotas externas las que con su manifestación, nos indiquen qué trabajos debemos hacer. Así no es extraño que cuando esta Casa se active por el tránsito de planetas, la vida nos lleve a contactar con alguno de los significados que hemos ido describiendo en este punto: la infancia; los recuerdos; el pasado; la madre; el hogar; los sueños; la patria; el agua, etc... 

Concretizando este punto, diremos que la Casa IV, recoge la siguiente gama de significados convencionales y psicológicos, siempre en analogía con los trabajos propios del signo Cáncer.

  • Los padres que ejercen menor influencia en la vida de la persona. El hogar.
  • Edificios; tierras y minas. Todo lo que pertenece a la tierra y propiedades.
  • El inconsciente revelándose en los sentimientos.
  • Reacciones que surgen de la profundidad interior.
  • El final de la vida. Vejez.
  • Nuestra necesidad de intimidad, de ambiente cómodo donde poder recogernos y distendernos, reflexionar.
  • Sede de la naturaleza de deseo, de las emociones y pasiones.
  • Facultad imaginativa; receptividad anímica.
  • Atesoramiento de recuerdos.
  • Cosas ocultas; asuntos privados, íntimos.
  • Aporta una introspección de la naturaleza de la niñez del nativo.
  • El pueblo, la nación, la patria.
  • El proceso de purificación.
  • Tendencias transmitidas (masa hereditaria).
  • Anatomía: pecho y estómago.

1 comentario: