martes, 1 de marzo de 2016

Interpretación Astro-Cabalística del Evangelio de Marcos: Trabajos de Tauro (X)


JESÚS ANTE EL SANEDRIN

53 Condujeron a Jesús al Pontífice y se juntaron todos los príncipes de los sacerdotes, los ancianos y los escribas. 54 Pedro le siguió de lejos, hasta entrar dentro del atrio del pontífice; y sentado con los servidores se calentaba a la lumbre. 55 Los príncipes de los sacerdotes y todo el Sanedrín buscaban un testimonio contra Jesús para hacerle morir, y no lo hallaban. 56 Porque muchos testificaban falsamente contra Él, pero no eran acordes sus testimonios. 57 Algunos se levantaron a testificar contra Él, y decían: 58 Nosotros le hemos oído decir: Yo destruiré este templo, hecho por mano del hombre, y en tres días levantaré otro que no será hecho por manos humanas. 59 Ni aun así, sobre esto era concorde sus testimonios.
60 Levantándose en medio del pontífice, preguntó a Jesús diciendo: ¿No respondes nada? ¿Qué es esto que testifican contra ti? 61 Él se callaba y no respondía palabra. De nuevo el pontífice le preguntó y dijo: ¿Eres tu el Mesías, el hijo del Bendito? 62 Jesús dijo: Yo Soy, y veréis al Hijo del hombre sentado a la diestra del Poder y venir sobre las nubes del cielo. 63 El pontífice, rasgando sus vestiduras, dijo: ¿Qué necesidad tenemos ya de testigos? 64 Acabáis de oír la blasfemia. ¿Qué os parece? Y todos contestaron ser reo de muerte. 65 Comenzaron a escupirle y le cubrían el rostro y le abofeteaban diciendo: Profetiza. Y los criados le daban bofetadas.

Podríamos pensar, que actuando con amor, desinterés y servicio, todo el mundo comprenderá nuestras acciones y nos responderán con una actitud positiva. Sin embargo, las experiencias del Maestro son bien distintas. Su amor, su entrega, despertó el odio en aquellos cuyo alimento era el propio odio.
Si reflexionamos brevemente, comprenderemos que en verdad las tinieblas son enemigas de la luz.
Es necesario que entendamos este pasaje, que asimilemos que nuestro amor será rechazado por aquellos que permanecen dormidos a él. Recuerdo una anécdota vivida que pone de manifiesto esto que digo. Hace ya bastante tiempo, que anualmente vengo impartiendo clases gratuitas sobre astrología espiritual. Al mismo tiempo, conozco a otros compañeros que imparten cursos sobre astrología a los que ponen precio. Pues bien, sin entrar en valoraciones del nivel de conocimiento impartido, he de deciros, que muchos desconfiaban de las clases gratuitas. Pensaban que se trataba de una tapadera, de un cebo para atraerles e influenciarlos tarde o temprano con alguna filosofía, etc.
Es verdad, que no todos sabemos ver lo bueno que nos ponen delante.
En la difícil hora en la que nuestras tendencias antiguas y atemorizadas nos enjuician, nos encontraremos solo con el poder interno que nos asiste. Las Fuerzas obreras que hasta ahora nos habían seguido fielmente, habrán desaparecido, dejándonos con nosotros mismos. Tan solo Pedro-Capricornio nos sigue, pero lo hace desde lejos...
Es el momento cumbre; es el momento en que el artista realiza su papel estelar. Se requiere toda la atención del mundo, la máxima concentración, la máxima lucidez. Cuando el mundo viejo nos reclama por nuestros actos de amor, no desesperemos, tengamos paciencia; no titubeemos, pues la pregunta esencial se aproxima, y de nuestro equilibrio y de nuestra calidad de ideas, dependerá el que sepamos responder lo que debemos.
Con el Elemento Tierra, la consciencia nos hace conscientes, es decir, hemos llegado a un punto en el que sabemos quienes somos y lo que somos.
Astrológicamente, Capricornio es el patrón que permite desarrollar una personalidad consciente, pues nos lleva a realizarnos en nuestras creencias. Ahora en Tauro, ese poder realizador se interioriza, y pasa a formar parte de nuestra identidad propia. Es en este nivel, en el que se manifiesta nuestro consciente individual. Aquí hemos adquirido una clara identificación con lo que somos y sobre todo con lo que poseemos. De ahí que nos resulte tan difícil cambiar aquello que ha formado parte de nosotros y que da cuerpo a nuestro yo.
Cuando el pontífice busca una prueba de nuestra nueva identidad, busca ésta en nuestros actos: “Nosotros le hemos oído decir: Yo destruiré este templo, hecho por mano de hombre, y en tres días levantaré otro que no será hecho por manos humanas”.
Si los príncipes de los sacerdotes, los ancianos y los escribas hubiesen comprendido estas palabras en su sentido espiritual y no en el literal, de seguro que habrían cambiado mucho las cosas. Ese templo del que habla el Maestro, no es el templo terrenal. Jesús ya no viene a construir lo que ya ha sido construido. Sus materiales, no son físicos, no se trata de cal y arena, se trata de los materiales de la consciencia. Ese templo que se levantará en tres días, es el templo de la Verdad, el templo interno. Ese templo ya está en cada uno de nosotros; todos llevamos sus planos en nuestro genoma, tan solo nos queda reunir a los obreros y hacerlo realidad. Ese templo, es el templo del amor, un templo cuya primera línea se trazó a niveles emanativos en el primer milenio y, que ahora, en los albores del tercer milenio, alcanzará su realización.
En los momentos de escribir estas líneas, el mundo expresa su enfermedad de múltiples formas. Estamos afrontando momentos importantes de transformación. Tras culminar este proceso, los hombres tendrán un nuevo Propósito: unir sus esfuerzos para la edificación de una nueva realidad, una ultima realidad que desembocará en la irremediable Liberación
Así es como el pontífice, nuestra autoridad profana en materia sagrada antigua, pretende conocer quienes somos por nuestros actos ya que, son estos los que dibujan nuestra identidad. Pero, nuestros actos hablan por ellos mismos, no debemos hacer más declaraciones en defensa de lo que somos o de quienes somos. El pontífice deberá hacer la pregunta clave: ¿Eres el Mesías, el hijo del Bendito?, y entonces, oirá, por primera vez desde que comenzara su magisterio, de boca del propio Maestro: Yo Soy.
Estas palabras sintetizan y consuman la dinámica de Tauro: ¡Yo Soy! No como propósito vago, sino como afirmación consciente impregnada de todo el poder creador. ¡Yo Soy Dios, en la manifestación del Hijo del hombre! Yo Soy la Obra, Yo Soy el Arquetipo del Amor hecho carne, la Belleza de la creación.
Esa llave nos abre las puertas que nos comunica directamente al siguiente signo, Virgo. A través del tercer decanato de Tauro, este signo entra a formar parte de los Trabajos de esta última hora. Comienza la gran prueba de “humillación”, que desde el punto de vista Crístico, es el Purificador. Atraeremos los sentimientos adulterados en forma de salivas y atraeremos las acciones violentas en forma de bofetadas. Comienza el proceso de limpieza. ¡Qué fuerte hay que ser para quedar en manos de la incomprensión, acompañado con un solo presente: hacer la Voluntad del Padre, esa voluntad que nos inspira tan solo Amor!

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