martes, 8 de marzo de 2016

Interpretación Astro-Cabalística del Evangelio de Marcos: Trabajos de Virgo (V)


LA SEPULTURA DE JESÚS

42 Llegada la tarde, porque era la Parasceve, es decir, la víspera del Sábado, 43 vino José de Arimatea, ilustre consejero (del sanedrín), el cual también esperaba el reino de Dios, y se atrevió a presentarse a Pilatos para pedirle el cuerpo de Jesús 44 Pilatos se maravilló de que ya hubiera muerto, y haciendo llamar al centurión, le preguntó si en verdad había muerto ya. 45 Informado del centurión, dio el cadáver a José, 46 el cual compró una sábana, lo bajó, lo envolvió en la sábana y lo depositó en un monumento que estaba cavado en la peña, y volvió la piedra sobre la entrada del monumento. 47 María Magdalena y María la de José miraban donde se le ponía.

Existía cierta urgencia para hacerse con el cuerpo de Jesús, y la razón convencional de esta premura respondía a la cercanía del sábado, día que imposibilitaba realizar cualquier trabajo. Si hubieran tenido que esperar hasta el domingo, el cuerpo del difunto habría entrado en descomposición y olería mal, impidiendo el aromatizarlo como era costumbre.

Pero las cosas no suceden en la vida casualmente, por lo que debemos buscar la verdadera causa que trata de revelarnos el cronista.

Veíamos en el punto anterior, en el que hablábamos de la crucifixión, como Jesús se liberaba del cuerpo material a la hora nona; es decir, su misión se cumplió alcanzado los Trabajos de Yesod, en el que se daría el parto definitivo de esa criatura que hemos ido gestando y que hemos llamado la semilla del Amor.

La presencia de José de Arimatea ante Pilatos se produce un viernes, día que esta consagrado al Séfira Netzah y al planeta Venus. En dicho día, las virtudes de este centro se potencian; es, digámoslo así, el día propicio para desarrollar los Trabajos de dicho Séfira, cuya especialización trata sobre la belleza, aspecto este, que se interpreta como la consolidación en forma de frutos de las cualidades que se expresan en la Columna de la Derecha, la del Amor. Podemos decir, que la belleza es el rostro del amor expresado a niveles concretos. Desarrollando más ampliamente esta idea, diremos que la armonía es, en si misma, la materialización del amor, y que la salud es la materialización de la armonía. Luego, la verdadera vida, vista como el resultado final de los Trabajos de la Columna de la Derecha, debe entenderse como el fruto de los Trabajos realizados con el amor.

José de Arimatea es el hombre viejo ubicado en el Séfira Netzah. Él ha alcanzado ese nivel, pero lo ha hecho por la Vía de la Izquierda. La presencia de Binah en Netzah es muy activa, ya que dicho Séfira es el Yod del Plano Vav, regido por Binah. Podemos decir, que en Netzah se dan cita, por un lado Hochmah-amor, al encabezar la Columna Derecha, cuyo Segundo He es Netzah, y por el otro lado, Binah-Ley, el regente del Plano de Formación cuyo Yod es Netzah.

Netzah es el unificador y, en gran medida, la puerta de la resurrección, y con ello de la Liberación. La aportación de Binah en este Séfira, se manifiesta como el principio de la muerte, pues una vez que se alcanza la fase Vav, la Obra alcanza su expresión exteriorizadora, se culmina el proceso. Ahora bien, la influencia de Hochmah, es verdaderamente la que introduce el sello de la Liberación. Mientras que Binah consolida, Hochmah renueva.

Que sea José de Arimatea, representante del Sanedrín, quien solicite el cuerpo de Jesús, y que lo haga en viernes, nos está indicando una dinámica del proceso que encaja en la Ley, en lo escrito, en lo que debe ser. Al mismo tiempo, es un acto que nos inspira el camino que debe seguir nuestra vieja personalidad. Esta no debe quedar totalmente al margen del proceso de liberación; es más, debe ser ella, la que solicite el cuerpo para proceder a su enterramiento; debe ser nuestra personalidad profana la que haga realizable el posterior proceso de Liberación, de resurrección. José de Arimatea, nuestro José de Arimatea, debe movilizarse y abandonar sus creencias, para dar el paso definitivo que vinculará el amor a la ley, el amor al rigor, el amor al perdón.

En Viernes-Netzah debemos promover ese encuentro sagrado en el que nuestros viejos valores deben solicitar la custodia del Cuerpo del Amor. Esto significa, que es el día propicio para que nuestras acciones estén impregnadas de amor, que nuestra voluntad esté dispuesta y activa para cargar con el Cuerpo del Sacrificio, un sacrificio redentor y liberador.

Aquellos que viven intensamente la dinámica del signo Virgo, se habrán encontrado a lo largo de su vida, en muchas ocasiones, con experiencias de muerte; ha podido tratarse de la muerte de ideales, de sentimientos y deseos, de creencias, de relaciones, incluso de personas queridas. Esas muertes, no siempre han despertado nuestra consciencia llevándonos a movilizar nuestro amor por dicha pérdida, por el contrario, no es difícil descubrirnos, lamentándonos de nuestras perdidas. Movilizarnos con amor por la tendencia que muere, significa estar dispuesto a Trabajar para facilitar que se produzca la Liberación; es decir, el desapego y la transmutación.

Virgo debe aprender que, toda energía, tiene una expresión final, necesaria para lograr trascender y evolucionar, para lo cual será preciso la resurrección y la Liberación.

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