LELAHEL (Dios Loable)
Nombre Sagrado: Lamed-Lamed-He-Aleph-Lamed:
Lelahel pertenece al Coro de
los Serafines, Ángeles al servicio del Séfira Kether.
Por su vinculación
sefirótica con la Esfera de Kether, donde expresa las cualidades de Netzah-Venus, extrae la
condición que le permite ser portador de Amor y Armonía.
Su vinculación numérica -6-,
le vincula con el Séfira Tiphereth, de donde extrae la Esencia llamada Luz.
Las cualidades del Ángel
Lelahel, son las siguientes:
- Curación
de las enfermedades
- Iluminación
espiritual.
- Renombre
y fortuna en las ciencias y las artes.
- El
amor de una persona afortunada.
- Protección
contra la ambición desmesurada y la codicia.
Si analizamos las
características de los Centros que intervienen en la Fuerza Angélica llamada
Lelahel, comprenderemos las cualidades que le han sido asignadas.
Por un lado Kether, que
representa la figura divina del Padre. En Kether Todo es Uno. Es el origen de
todo lo creado. Representa el Principio de la Voluntad.
Por otro lado, Tiphereth, que
representa el Centro de la Conciencia. Situado en el corazón del Árbol
Cabalístico, Tiphereth encierra en sí mismo la enseñanza del Equilibrio. Es la
“tierra” donde Kether-Padre se interioriza, de modo que la conciencia es el
receptáculo donde habita nuestro Ser Divino. Diremos que la Luz habita en
nuestro interior, en nuestra conciencia.
A nivel planetario,
Tiphereth está representado por el Sol, y dicho astro, es sinónimo de Vida, de
Salud. Podríamos establecer una estrecha relación entre los distintos aspectos
referidos: Luz-Conciencia-Equilibrio-Salud. Tiphereth-Sol es el Arquetipo
Espiritual de donde emana el Principio de la Salud.
Por último, Netzah, Séfira
que representa el estado llamado
Armonía. Esa cualidad se manifiesta como la confluencia de la energía emocional
y la mental. La Armonía se expresa como la capacidad para conciliar los
Elementos Opuestos, propiciando su entendimiento y comprensión.
¿A qué llamamos Luz?
El término “luz” en hebreo
se escribe igual que “fuego”: Aur (אור). Ambos términos, están estrechamente
relacionados, pues nos trasladan a los trabajos realizados por Elohim en el
Primer Día de la Creación, en el cual El Creador, separó la Luz de las
Tinieblas y puso en circulación las Fuerzas Constitutivas del Elemento Fuego.
Según la traducción aportada por el magnífico traductor Fabre d´Olivet, al
referirse a la luz, nos refiere que se trata del “elemento intelegible”,
gracias al cual, lograremos comprender el Designio Divino.
Lelahel llena nuestros
espacios internos con ese “elemento inteligible”, con esa luz que iluminará
nuestra conciencia, permitiéndonos comprender lo que correcto y lo que no lo
es.
Como consecuencia de ese
estado de “iluminación”, se desprende un estado de equilibrio y de armonía que
se proyectará a través de todos nuestros vehículos: Mental, Emocional y Físico.
Es importante reflexionar
sobre este punto pues, si no existe “coherencia” entre estos vehículos, es
decir, si nuestra mente va por un lado, nuestras emociones por otros, el cuerpo
físico expresará esa incoherencia y lo hará en forma de enfermedad.
Por lo tanto, Lelahel, nos
ayudará a tomar conciencia de esta dinámica y nos permitirá “hablar un mismo
idioma”, nos llevará a vivificar la Unidad y la Armonía.

No quisiera terminar este
análisis, sin prestar atención a un aspecto al que hemos aludido tan sólo de
pasada y que considero importante. Al principio, decíamos que Lelahel trabaja
en la Esfera de Kether, el Principio de la Voluntad Divina, donde Todo se
expresa en la Unidad.
Podríamos decir, que el
Principio de la Voluntad, es el don más preciado que hemos heredado de nuestro
Creador, tanto es así, que tenemos a nuestra disposición la facultad del Libre
Albedrio. Tenemos la capacidad para elegir en todos y cada uno de los momentos
de nuestra eterna existencia.
No son solo palabras
hermosas. Si somos capaces de comprender el verdadero poder con el que
contamos, verdaderamente, y con toda la humildad, tenemos la “última palabra”
para decidir si, apostamos por la Unidad o por la división; si apostamos por el
Amor o por el egoísmo; si decidimos por la Salud o por la enfermedad.
No importa que cometamos
errores. Podemos, en cada nuevo presente, activar nuestra Voluntad-Luz-Conciencia-Armonía-Salud,
para actuar de un modo diferente, para ver las cosas de otra manera.
Ya no podemos seguir siendo
víctimas y culpar a las circunstancias externas como causantes de nuestras
desgracias. Ya sabemos que todo tiene su origen en la mente…
¡Qué la Luz sea contigo!
Si deseas comunicarte con
Lelahel, te dejo un enlace donde comparto la Plegaria y Exhorto elaborada, de
una manera inspirada, por Kabaleb:
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