miércoles, 24 de abril de 2024

Capítulo 8: EL VIAJE DE RETORNO. I. La dirección del plan de estudios

  Capítulo 8

EL VIAJE DE RETORNO

 

I. La dirección del plan de estudios.

1. El conocimiento no es la motivación para aprender este curso. 2La paz lo es. 3La paz es el requisito previo para alcanzar el cono­cimiento, simplemente porque los que están en conflicto no están en paz, y la paz es la condición necesaria para el conocimiento porque es la condición del Reino. 4El conocimiento sólo puede ser restituido cuando satisfaces sus condiciones .5No es éste un trato que Dios haya hecho, pues Dios no hace tratos. 6Es simplemente el resultado del uso incorrecto que has hecho de Sus leyes en nombre de una voluntad imaginaria que no es la Suya. 7El cono­cimiento es Su Voluntad. 8Si te opones a Su Voluntad, ¿cómo vas a poder gozar de conocimiento? 9Te he dicho lo que el conoci­miento te ofrece, pero tal vez aún no lo consideres algo entera­mente deseable. 10Pues, de lo contrario, no estarías tan dispuesto a descartarlo cuando el ego te pide que le seas leal.

Sin duda alguna, este punto es una invitación para que reflexionemos sobre el motivo por el que, en un momento determinado, decidimos iniciar el aprendizaje de este curso.

Debo reconocer, que, en mi caso, la motivación que me llevó al estudio del curso fue la de saciar mi afán de conocimientos. Esa motivación ha sido el acicate principal que me ha llevado al estudio de otras muchas enseñanzas. Sin embargo, una reflexión más profunda me ha llevado a encontrar una visión diferente, pues a la pregunta: ¿por qué buscas el conocimiento? la respuesta ha sido, para encontrar la paz, o lo que es lo mismo, para encontrarme con mi estado natural, el que he alterado al poner mi voluntad al servicio de una realidad ficticia.

2. Las distracciones del ego tal vez parezcan interferir en tu aprendizaje, pero el ego no tiene realmente ningún poder para distraerte a menos que tú se lo confieras. 2La voz del ego es una alucinación. 3No puedes esperar que te diga: "No soy real". 4No obstante, no se te pide que desvanezcas tus alucinaciones por tu cuenta. 5Se te pide simplemente que las evalúes a la luz de los resultados que te aportan. 6Si dejas de desearlas debido a la pér­dida de paz que te ocasionan, serán eliminadas de tu mente.

No he sido capaz de recordar un estado de paz que proceda de las acciones emprendidas por el ego. Tan solo, cuando hago consciente mi estado de Ser y soy capaz de vibrar al amor, es cuando logro percibir ese estado de paz.

Mi voluntad es que la luz esté permanentemente encendida, pues este es el estado natural del Ser.

3. Cada vez que respondes a la llamada del ego estás haciendo un llamamiento a la guerra, y la guerra ciertamente te priva de la paz. 2Mas en esta guerra no hay adversario. 3Ésta es la re-inter­pretación de la realidad que tienes que hacer para asegurar tu paz, y la única que jamás necesitas hacer. 4Los que percibes como adversarios forman parte de tu paz, a la cual renuncias cuando los atacas. 5¿Cómo se puede tener aquello a lo que se renuncia? 6Compartes para tener, pero no renuncias a lo que compartes. 7Cuando renuncias a la paz, te excluyes a ti mismo de ella. 8Es ésta una condición tan ajena al Reino que te es imposible enten­der el estado que prevalece dentro de él.

Ya lo hemos visto en otra parte de la enseñanza. El sistema de pensamiento del ego se refuerza en la creencia de que dando pierde lo que da. Desde este punto de vista, al otro se le interpreta como un enemigo, un competidor, al que hay que vencer para conservar lo que tenemos. Desde ese punto de vista, la paz es una utopía, puesto que el reconocimiento de Dios en los demás es el único camino que nos conduce al encuentro con la paz.

4. Lo que aprendiste en el pasado tiene que haberte enseñado lo que no te convenía, por la sencilla razón de que no te hizo feliz. 2Sólo por esto debería ponerse en duda su valor. 3Si el propósito del aprendizaje es producir cambios -y ése es siempre su propó­sito- ¿te sientes satisfecho con los cambios que tu aprendizaje ha producido en ti? 4Si no estás contento con lo que aprendiste es señal evidente del fracaso de dicho aprendizaje, ya que significa que no conseguiste lo que deseabas.

Sin paz no tendremos acceso al conocimiento, lo que significa que permanecemos en el error.

La cuestión que tenemos que contestar es: ¿el mundo del ego te aporta paz? Si la respuesta es no, entonces estás reconociendo que estás renunciando al conocimiento.

5. El plan de estudios de la Expiación es el opuesto al que tú ela­boraste para ti, y lo mismo se puede decir de su resultado. 2Si el resultado de tu plan de estudios te ha hecho infeliz, y deseas otro diferente, obviamente es necesario que se efectúen cambios en el plan de estudios. 3El primer cambio que debe efectuarse es un cambio de dirección. 4Un plan de estudios que tenga sentido no debe ser inconsistente. 5Si lo planean dos maestros que creen en ideas diametralmente opuestas, no puede ser un plan integrado. 6Si esos dos maestros lo ponen en práctica simultáneamente, cada uno de ellos no hará sino ser un obstáculo para el otro. 7Esto da lugar fluctuaciones, pero no a un auténtico cambio. 8Los que son volátiles no tienen dirección. 8No pueden decidir ir en una direc­ción determinada porque no pueden abandonar la otra, si bien ésta última no existe. 10Su plan de estudios conflictivo les enseña que todas las direcciones existen, y no les proporciona ninguna base racional sobre la que fundar su elección.

Incluso para el modo de pensar que tiene el ego, cuando un sistema de estudio no da los resultados esperados, lo apropiado es realizar un cambio en la dirección tomada.

Este punto, utiliza ese mensaje para indicarnos que, si el sistema de pensamiento del ego nos ha llevado al sufrimiento y al dolor, lo apropiado es cambiar la dirección, es decir, si hemos utilizado como maestro al miedo, sustituyámoslo por el maestro verdadero, el amor.

6. Antes de que pueda efectuarse un auténtico cambio de direc­ción es necesario reconocer plenamente la total insensatez de semejante plan de estudios. 2No puedes aprender simultánea­mente de dos maestros que están en completo desacuerdo con respecto a todo. 3Su plan de estudios conjunto constituye una tarea de aprendizaje imposible. 4Te están enseñando cosas com­pletamente diferentes de forma completamente diferente, lo cual sería posible si no fuera porque las enseñanzas de ambos son acerca de ti. 5Ninguno de ellos puede alterar tu realidad, pero si los escuchas a los dos, tu mente estará dividida con respecto a lo que es tu realidad.

Escuchar dos voces, servir a dos señores, ser duales, forma parte del sistema de pensamiento del ego, con lo cual, aunque estemos estudiando este curso, si no seguimos tan sólo la dirección ofrecida por él, no conseguiremos nuestro fin último, la paz, el conocimiento y el reencuentro con nuestra verdadera identidad.

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