lunes, 25 de enero de 2021

Astrología Cabalística: El Árbol Cabalístico (II)

Una vez expulsados los disidentes de la Espera de Binah, continuó el proceso creador. Desde ese momento, Binah se convirtió en el estado de conciencia que debemos conquistar para llevar a cabo cualquier acto de creación en nuestra vida. El Sacrificio aparece como una necesidad evolutiva que elevará nuestra conciencia.
Del sacrificio voluntario de Binah, al igual como ocurre con la mujer que acepta sacrificar parte de las energías-luz de su cuerpo para que una nueva criatura pueda nacer, surgió una nueva Oleada de Vida. Binah es conocida como la "Matrona Cósmica", porque gracias a sus vibraciones se hace posible la renovación de los estados evolutivos.
Existe un axioma hermético que nos revela una gran verdad espiritual de la que deberíamos tomar buena nota, dice así:
"lo de arriba es como lo de abajo, lo de abajo es como lo de arriba".
No debe extrañarnos que esto sea así. Ya hemos dicho que el hombre ha sido creado a imagen y semejanza de Dios, por lo tanto, las mismas leyes que rigen en el cielo, en el proceso creador del universo, deben regir igualmente al hombre, y a su proceso vital.
Queremos decir con ello, que los trabajos protagonizados por Kether, Hochmah y Binah forman parte de nuestros propios trabajos, los hemos heredados genéticamente, desde un punto de vista espiritual.
El Génesis nos describe el proceso creador de Dios organizado en "siete días". Desde el punto de vista cabalístico esos días no son entendidos como días de 24 horas, tal y como lo entendemos habitualmente. Esos "días" son Días Cósmicos. No es este el espacio para hacer una exposición de la Cosmogénesis, pero no está de más indicar lo anteriormente dicho para lograr entender lo que a continuación vamos a detallar.
En el primer Día de la Creación adquirió protagonismo Kether, la Voluntad, el Padre. En el Segundo Día, fue Hochmah el protagonista, y la Sabiduría se convirtió en la facultad que se adquiere en toda segunda fase de un proceso creador, es decir, la especialidad de Hochmah es la de llevar a la perfección a través de un estado de gestación e interiorización, la semilla que ha depositado Kether. Hochmah es el rostro del Hijo, y también hemos visto que se traduce por el término Amor. Sería Cristo, el Hijo de Dios quien protagonizaría el trabajo revelador de este segundo principio Cósmico, ejemplarizando con su vida la enseñanza del Amor. Tenemos que añadir que en Hochmah se concentra una aportación de Luz extra, la que se derivó del sacrificio de Binah. Por lo tanto en la Esfera de Hochmah, todo aquello que no se ajuste al principio cósmico del Amor, es decir, todo aquello que no se traduzca por fidelidad al Designio del Padre-Yo Superior, se desintegrará. Ya veremos más adelante, cuando estudiemos a los planetas, como Urano, representante material de este Séfira, adquiere el significado de desintegrador cuando las energías no se ajustan al Designio Divino.
En el Tercer Día de la creación fue Binah, la Inteligencia Activa, el Centro Sefirótico que entró en activo, por lo que diremos que toda fase tres, en cualquier proceso creador, heredará la dinámica protagonizada por este Séfira: Sacrificio-Disidencia. La Ley adquiere protagonismo como vía de aprendizaje necesaria para nuestra evolución.
Cuando meditamos sobre la dinámica de las Fuerzas que estamos describiendo, tal vez no nos resulte muy complicado entender que, para que la Providencia-Hochmah se manifieste es necesario que la Voluntad-Kether se halla movilizado, es decir, las circunstancias que conocemos como "suerte" se ponen a nuestro servicio cuando nuestro amor se pone en disposición de gestar el propósito de nuestro Yo Divino, de nuestro Padre interno.
Ahora bien, si nuestra voluntad ha sido arbitraria y nuestro amor se ha puesto al servicio de esa voluntad, será el tercer principio del proceso creador, Binah-Ley el que instaurará en nuestras vidas el código que deberemos asimilar para retornar al camino correcto. Es entonces cuando la Fatalidad aparece en nuestras vidas en forma de un destino maduro y riguroso gracias al cual lograremos encontrar el verdadero camino que debemos recorrer. El representante material de este Centro es el planeta Saturno.
Hasta aquí, hemos tratado de perfilar los trabajos realizados por Elohim para lograr avanzar en su proceso evolutivo. Veíamos como era totalmente necesario utilizar los poderes conquistados -Kether, Voluntad; Hochmah, Sabiduría; Binah, Inteligencia Activa-, para continuar la marcha ascendente hacia su próxima meta evolutiva. Para ello, generó de Sí Mismo una serie de Oleadas de Vida, de las cuales, la primera de Ellas, la Humana, tiene como objetivo espiritual, alcanzar la condición de Creador (al igual como el hijo debe alcanzar la condición creadora del padre).

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