LECCIÓN 198
Sólo mi propia condenación me hace daño.
1. El daño es imposible. 2Y, sin embargo,
las ilusiones forjan más ilusiones. 3Si puedes condenar, se te puede
hacer daño. 4Pues habrás creído que puedes hacer daño, y el derecho
que te prescribes puede ahora usarse contra ti, hasta que renuncies a él por
ser algo sin valor, indeseable e irreal. 5La ilusión dejará entonces
de tener efectos, y aquellos que parecía tener quedarán anulados. 6Entonces
serás libre, pues la libertad es tu regalo, y ahora puedes recibir el regalo
que has dado.

3. El perdón desvanece todos los demás sueños, y
aunque en sí es un sueño, no da lugar
a más sueños. 2Todas las ilusiones, salvo ésta, no pueden sino
multiplicarse de mil en mil. 3Pero con ésta, a todas las demás les
llega su fin. 4El perdón representa el fin de todos los sueños, ya
que es el sueño del despertar. 5No es en sí la verdad. 6No
obstante, apunta hacia donde ésta se encuentra, y provee dirección con la
certeza de Dios Mismo. 7Es un sueño en el que el Hijo de Dios
despierta a su Ser y a su Padre, sabiendo que Ambos son uno.
4. El perdón es el único camino que te conduce más
allá del desastre, del sufrimiento y, finalmente, de la muerte. 2¿Cómo
podría haber otro camino cuando éste es el plan de Dios? 3¿Y por qué
combatirlo, oponerse a él, hallarle mil faltas y buscar mil otras alternativas?
5. ¿No sería más sabio alegrarte de tener en tus manos
la respuesta a tus problemas? 2¿No sería más inteligente darle
gracias a Aquel que te ofrece la salvación y aceptar Su regalo con gratitud? 3¿Y
no sería muestra de bondad para contigo mismo oír Su Voz y aprender las
sencillas lecciones que Él desea enseñarte en lugar de tratar de ignorar Sus
palabras y sustituirlas por las tuyas?
6.
Sus palabras darán resultado. 2Sus palabras salvarán. 3En
Sus palabras yace toda la esperanza, bendición y dicha que jamás se pueda
encontrar en esta tierra. 4Sus palabras proceden de Dios, y te
llegan con el amor del Cielo impreso en ellas. 5Los que oyen Sus
palabras han oído el himno del Cielo. 6Pues éstas son las palabras
en las que todas las demás por fin se funden en una sola. 7Y al
desaparecer ésta, la Palabra de Dios viene a ocupar su lugar, pues entonces será
recordada y amada.
7.
En este mundo parece haber diversos escondrijos
donde la piedad no tiene sentido y, el ataque parece estar justificado. 2Mas
todos son uno: un lugar donde la muerte es la ofrenda que se le hace al Hijo de
Dios así como a su Padre. 3Tal vez pienses que Ellos la han
aceptado. 4Mas si miras de nuevo allí donde antes contemplaste Su
sangre, percibirás en su lugar un milagro. 5¡Qué absurdo creer que
Ellos podían morir! 6¡Qué absurdo creer que podías atacar! 7¡Qué
locura pensar que podías ser condenado y que el santo Hijo de Dios podía morir!
8. La quietud de tu Ser
permanece impasible y no se ve afectada por semejantes pensamientos ni se
percata de ninguna condenación que pudiera requerir perdón. 2Pues
los sueños, sea cual fuere su clase, son algo ajeno y extraño a la verdad. 3¿Y
qué otra cosa, sino la verdad, podría contener un Pensamiento que edifica un
puente hasta ella misma para transportar las ilusiones al otro lado?
9.
Nuestras prácticas de hoy consisten en dejar que la
libertad venga a establecer su morada en ti. 2La verdad deposita
estas palabras en tu mente, para que puedas encontrar la llave de la luz y
permitir que a la oscuridad le llegue su fin:
3Sólo
mi propia condenación me hace daño. 4Sólo mi propio perdón me puede liberar.
5No olvides hoy que toda forma de sufrimiento oculta
algún pensamiento que niega el perdón. 6Y que el perdón puede sanar
toda forma de dolor.
10. Acepta la única
ilusión que proclama que en el Hijo de Dios no hay condenación, y el Cielo será
recordado instantáneamente, el mundo quedará olvidado y todas sus absurdas
creencias quedarán olvidadas junto con él, conforme la faz de Cristo aparezca
por fin sin velo alguno en este sueño de perdón. 2Éste es el regalo
que el Espíritu Santo te ofrece de parte de Dios tu Padre. 3Deja que
el día de hoy sea celebrado tanto en la tierra como en tu santo hogar. 4Sé
benévolo con ambos, al perdonar las ofensas de las que pensaste que eran
culpables, y ve tu inocencia irradiando sobre ti desde la faz de Cristo.
11.
Ahora el silencio se extiende por todo el mundo. 2Ahora
hay quietud allí donde antes había una frenética avalancha de pensamientos sin
sentido. 3Ahora hay una serena luz sobre la faz de la tierra, que
reposa tranquila en un dormir desprovisto de sueños. 4Y ahora lo
único que queda en ella es la Palabra de Dios. 5Sólo eso puede
percibirse por un instante más. 6Luego, los símbolos pasarán al
olvido, y todo lo que jamás creíste haber hecho desaparecerá por completo de la
mente que Dios reconoce para siempre como Su único Hijo.
12.
En él no hay condenación. 2Es perfecto en
su santidad. 3No necesita pensamientos de misericordia. 4¿Qué
regalos se le pueden hacer cuando todo es suyo? 5¿A quién podría
ocurrírsele ofrecer perdón al Hijo de la Impecabilidad Misma, tan semejante a
Aquel de Quien es Hijo, que contemplar al Hijo significa dejar de percibir y
únicamente conocer al Padre? 6En esta visión del Hijo, tan fugaz que
ni siquiera un instante media entre este singular panorama y la intemporalidad
misma, contemplas la visión de ti mismo, y luego desapareces para siempre en
Dios.
13.
Hoy nos aproximamos todavía más al final de todo lo
que aún pretende interponerse entre esta visión y nuestra vista. 2Nos
sentimos dichosos de haber llegado tan lejos, y reconocemos que Aquel que nos
trajo hasta aquí no nos abandonará ahora. 3Pues nos quiere dar hoy
el regalo que Dios nos ha dado a través de Él. 4Éste es el momento
de tu liberación. 5Ha llegado el momento. 6Ha llegado
hoy.
¿Qué me enseña esta
lección?
Encuentro aquello en lo que creo. Es la cualidad natural de la mente.
Podemos creer en la Unidad y encontrarnos en un estado de paz interior o
podemos creer en la separación y encontrarnos en un estado de lucha y ataques permanentes.
Podemos creer que Somos Uno con nuestro Creador y entonces la extensión
de nuestro pensamiento tiene la capacidad de crear o podemos creer que somos
cuerpos separados y entonces fabricamos ilusiones temporales.
Desde la Unidad, nos amamos y amamos a los demás.
Desde la Separación, nos odiamos y odiamos a los demás.
Desde la Unidad, hacemos uso del perdón, para perdonarnos y perdonar a
los demás.
Desde la Separación, hacemos uso del juicio, para condenarnos y condenar
a los demás.
En la Unidad, estamos despiertos a la única y verdadera Realidad.
En la Separación, permanecemos sumidos en el “sueño” y nos mantenemos
identificados con la falsa identidad del ego.
Ejemplo-Guía: "Enhorabuena, estabas buscando al culpable de tus tribulaciones y hoy lo has encontrado"
Hay quien dice que es de valiente, mirarse en el espejo y reconocer, sinceramente, sus debilidades y sus fortalezas. Pero, ¡cuidado!, ese acto de valentía tiene una sutil trampa: tus debilidades al ser reconocidas, son igualmente condenadas. Por otro lado, debilidades y fortalezas son juicios basados en la dualidad de la mente, o lo que es lo mismo, es el argumento del mundo ilusorio, donde nos interpretamos como seres separados de la Fuente Creadora.
Ya tenemos tema de reflexión, ¿no creéis?
No es un acto de valentía, lo que necesitamos para reconocer lo que somos, sino un acto de consciencia. Si fuese un acto de valentía y no consiguiéramos reconocernos, inmediatamente nos identificaríamos como un cobarde, y estos calificativos son propios del ego, al falsa personalidad con la que nos encontramos identificados.
Con consciencia, tendremos la evidencia de lo que somos. Recordaremos que todo pensamiento sigue a su Fuente y que Somos una Emanación de la Mente de Dios, es decir, somos el Hijo de Dios Mismo y somos tal y como nos ha creado, a Su Imagen y Semejanza.
Sí, hoy si lo deseas, estás de enhorabuena, pues llevas toda una vida buscando al causante de tus desgracias, al causante de tu dolor, de tu infortunio, y hoy por fin estás en condiciones de conocerlo. Debes reconocer, que durante estos años de búsqueda, no habías conseguido encontrar a dicho causante. A pesar de que te has defendido de los momentos difíciles, de que has desplegado todas tus estrategias para conseguir un momento de gozo y felicidad, no lo has conseguido. Sin duda alguna, no has debido buscar en el lugar adecuado.
Sí, hoy si abres tu consciencia al Ser que habita en tu interior, descubrirás la única y verdadera causa que te ha llevado a experimentar esos momentos de desasosiego. No te asombres, si esa causa no adopta una forma corporal. En verdad, eso es imposible, pues esa causa es tu mente, ese foco a través del cual expresas tu voluntad y tus deseos. Cuando esa voluntad se une al deseo, te lleva a elegir. Y esa elección está regida por la ley del Libre Albedrío.
Si la mente se proyecta hacia la conquista de la individualidad tendrá lugar la fabricación del mundo del ego.
Si la mente se expande hacia la conquista de la Consciencia, tendrá lugar la creación, donde se lleva a cabo la Comunión del Padre y el Hijo, donde el Hijo completa al Padre.
Conocer que es nuestra mente la única causa de todos los efectos que experimentamos en el mundo físico es Consciencia. A partir de ahí, nos toca elegir qué sueño deseamos tener, pero con la variante de que somos conscientes de que somos los soñadores de nuestros sueños.
El miedo, la separación, la culpa, desaparecen. Dejamos de ser víctimas o verdugos, para convertirnos en el único protagonista y en el único guionista de nuestras obras.
¿Tendría sentido, elegir un sueño de condena y dolor?
Nosotros lo decidimos.
Reflexión: El perdón representa el fin de todos los sueños, ya que es el sueño del despertar.
Infinitas gracias por compartir las lecciones y las reflexiones, aunque no haha comentarios a diario, siempre las leo, se han convertido en mi herramienta para tener comprensión y luz cada dia. Gracias, desde la Unidad que somos te bendigo y te agradezco.
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