¿Qué es el Espíritu
Santo?
1.
El Espíritu Santo es el mediador entre las
ilusiones y la verdad. 2Puesto que tiene que salvar la brecha entre
la realidad y los sueños, la percepción conduce al conocimiento a través de la
gracia que Dios le ha dado para que sea el regalo que le hace a todo aquel que
acude a Él en busca de la verdad. 3A través del puente que Él tiende
se llevan todos los sueños ante la verdad para que la luz del conocimiento los
disipe. 4Allí los sonidos y las imágenes se descartan para siempre.
5Y donde
antes se percibían, el perdón ha hecho posible el tranquilo final de la
percepción.
2.
El objetivo de las enseñanzas del Espíritu Santo es
precisamente acabar con los sueños. 2Pues todo sonido e imagen
tiene que transformarse de testigo del miedo en testigo del amor. 3Y
cuando esto se logre, el aprendizaje habrá
alcanzado el único objetivo que jamás tuvo realmente. 4Pues el
aprendizaje, tal como el Espíritu Santo lo utiliza a fin de alcanzar el
resultado que Él percibe para él, se convierte en el medio que se transciende
a sí mismo, de manera que pueda ser reemplazado por la Verdad Eterna.
3. Si supieses cuánto
anhela tu Padre que reconozcas tu impecabilidad, no dejarías que Su
Voz te lo pidiese en vano, ni le darías la espalda a lo que Él te ofrece para
reemplazar a todas las imágenes y sueños atemorizantes que tú has forjado. 2El
Espíritu Santo entiende los medios que fabricaste para alcanzar lo que por siempre
ha de ser inalcanzable. 3Mas si se los ofreces a Él, Él se valdrá de
esos medios que inventaste a fin de exiliarte para llevar a tu mente allí donde
verdaderamente se encuentra en su hogar.
4. Desde el
conocimiento, donde Dios lo ubicó, el Espíritu Santo te exhorta a dejar que el
perdón repose sobre tus sueños para que puedas recobrar la cordura y la paz
interior. 2Sin el perdón, tus
sueños seguirán aterrorizándote. 3Y el recuerdo de todo el Amor de
tu Padre no podrá retornar a tu mente para proclamar que a los sueños les ha
llegado su fin.
5. Acepta el regalo que
Tu Padre te hace. 2Es un llamamiento que el Amor le hace al Amor
para que tan sólo sea lo que es. 3El Espíritu Santo es el regalo de
Dios mediante el cual se le restituye la quietud del Cielo al bienamado Hijo de
Dios. 4¿Te negarías a asumir la función de completar a Dios, cuando
todo lo que Su Voluntad dispone es que tú estés completo?
LECCIÓN 281
Nada, excepto mis propios pensamientos, me puede
hacer daño.
1. Padre,
Tu Hijo es perfecto. 2Cuando pienso que algo o alguien me ha hecho
daño, es porque me he olvidado de quién soy y de que soy tal como Tú me
creaste. 3Tus Pensamientos sólo pueden
proporcionarme felicidad. 4Si me siento triste, herido o enfermo,
es porque he olvidado lo que Tú piensas, y he implantado mis absurdas ideas en
el lugar donde a Tus Pensamientos les corresponde estar, y donde están. 5Nada,
excepto mis propios pensamientos, me puede hacer daño. 6Los
Pensamientos que pienso Contigo sólo pueden bendecir, 7y sólo
ellos son verdad.
2.
Hoy no me haré daño a mí mismo. 2Pues me
encuentro mucho más allá de cualquier dolor. 3Mi Padre me puso a
salvo en el Cielo y vela por mí. 4Y
yo no quiero atacar al Hijo que Él ama porque
lo que Él ama es también objeto de mi amor.
¿Qué me enseña esta
lección?
El cuerpo no es real, pero en el mundo de la ilusión, sí lo hacemos real. Tomar
consciencia de esta verdad, ha de permitirnos dar un uso sagrado al vehículo
material, es decir, dentro del sueño, y aun sabiendo que estamos soñando,
podemos bendecir nuestro cuerpo y utilizarlo para dar testimonio de la verdad y
comunicar la Palabra de Dios y Su Plan de Salvación.
Esta visión del cuerpo, nos lleva a la evidencia, de que no es el cuerpo
el que nos puede dañar, sino el "señor" para el que trabaja, es decir, la mente.
Son nuestros pensamientos los que realmente condicionan nuestros actos.
El error, que da lugar a la enfermedad, no lo encontraremos en el mal
funcionamiento de un órgano, sino en la corriente del pensamiento cuya
frecuencia está relacionada con ese órgano. Es una ley que hacemos real en el mundo físico: relación causa-efecto.
El error es la causa que ha originado este mundo ilusorio, por lo tanto,
desde él, no conseguiremos aportar una solución, tan sólo conseguiríamos
generar nuevos errores. Desde una consciencia basada en la separación, cómo
podremos aportar soluciones encaminadas a crear lazos de unidad.
En la medida en que recuperamos la Visión Verdadera y conocemos nuestra
sagrada identidad, en esa medida, nos conectaremos con la Fuente de donde emana
el más puro Conocimiento. Esa Fuente Sagrada es el Espíritu Santo, el cual
actúa como intermediario entre el Cielo y la Tierra. Su
Propósito es propiciar el tránsito que ha de conducirnos desde el error a la
Verdad.
Para conseguir ese Propósito, debemos solicitar la expiación de nuestros
errores y dejar en sus manos, aquellos asuntos que merman nuestra paz interior.
Hoy, mis pensamientos estarán orientados a ser portadores de paz y amor.
Ejemplo-Guía: "Identificando a nuestros agresores, me descubro a mi mismo"
Hace algún tiempo, cuando tuve la oportunidad de acceder a la comprensión de la Enseñanza que se recoge en esta Lección, me di cuenta de que a partir de ese momento, la vida me estaba ofreciendo un maravilloso regalo, un maravilloso recurso para alcanzar, algo que llevaba buscando durante mucho tiempo, el autoconocimiento, que en un término más cercano a Un Curso de Milagros, podríamos llamar autoconciencia o autopercepción.
Vamos por el mundo percibiendo, pero creemos que lo que percibimos es algo externo a nosotros, algo con lo que no nos sentimos unidos. Ya hemos hablado de la extraña dinámica de la proyección, el acto por el que creemos ver el mundo que percibimos y a través de la cual, lo que verdaderamente hacemos es ver fuera nuestro propio mundo interior.
Descubrir que nada externo a nosotros puede hacernos daño, salvo que le otorguemos ese poder, me otorga una poderosa confianza en mi propia divinidad. Me hace un poco más consciente de mi verdadera identidad y la razón de ello, al menos eso creo, se debe a que puedo experimentarlo en cada instante de mi existencia.
La experiencia no se puede enseñar, hay que vivirla para que se integre en nuestra conciencia y despierte a la percepción verdadera, a la consciencia, la cual nos otorgará la visión de la experiencia Una.
Esta Lección podemos enfocarla como una invitación que nos lleva a compartir la toma de decisión de no otorgarle a nada externo el poder de hacernos daño, sino que hacemos consciente en nosotros, que esa potestad tan solo la puede otorgar nuestra mente.
Algo similar ocurre con el estado de libertad. Nadie puede hacernos esclavos, ni prisionero, si no le otorgamos el papel de dueño o carcelero. Y lo más importante, si le otorgamos ese poder, es porque nos estamos tratando en esa misma condición a nosotros mismos, es decir, estamos ejerciendo un poder desmedido sobre nuestra manera de ver las cosas y estamos privando de libertad a las fuerzas creadoras que forman parte de nuestro ser.
Es divertido practicar esa visión en el mundo que nos rodea. ¿No lo has puesto en práctica nunca? Puedes planteártelo como un juego. No se trata de ir descubriendo por ahí a los "pokemon". La alusión a lo del juego, es para que mandes un mensaje a la mente de que lo ilusorio debe ser percibido como algo irrisorio.
Bien, sigamos. Algo importante desde el principio. Tener claro el objetivo. ¿Lo tienes claro? Lo recordamos. Hoy, cada vez que nos encontremos con alguien con los que tengamos que interactuar (relacionarnos) lo veremos como un espejo, en el que nos estamos proyectando y lo más importante de este nivel del juego, prestamos atención al poder que le estamos otorgando sobre nuestra manera de ver las cosas. Por ejemplo, acabas de llegar al trabajo y tu compañera de mesa se dirige hacia tí y te reprocha que llegas tarde. Suele tener ese comportamiento contigo y ello te provoca ira. Luego, tu mente, lo que suele hacer, es justificar que tienes que atacarla y responder a su ataque, pues estás eligiendo darle el poder de que sea la causa justificada de tu emoción de ira.
Pero hoy, no darás esa respuesta. Hoy tienes la certeza de que la decisión de que te sientas atacada no es de tu compañera, sino de ti misma. Le quitas el poder que antes le otorgaba y llega la maniobra que puntúa doble en el juego, y te da dos vidas gratis, eliges no ver el ataque. Esto lo llaman perdón.
Reflexión: Nada, excepto mis propios pensamientos, me puede hacer daño.
Ejemplo-Guía: "Identificando a nuestros agresores, me descubro a mi mismo"
Hace algún tiempo, cuando tuve la oportunidad de acceder a la comprensión de la Enseñanza que se recoge en esta Lección, me di cuenta de que a partir de ese momento, la vida me estaba ofreciendo un maravilloso regalo, un maravilloso recurso para alcanzar, algo que llevaba buscando durante mucho tiempo, el autoconocimiento, que en un término más cercano a Un Curso de Milagros, podríamos llamar autoconciencia o autopercepción.
Vamos por el mundo percibiendo, pero creemos que lo que percibimos es algo externo a nosotros, algo con lo que no nos sentimos unidos. Ya hemos hablado de la extraña dinámica de la proyección, el acto por el que creemos ver el mundo que percibimos y a través de la cual, lo que verdaderamente hacemos es ver fuera nuestro propio mundo interior.
Descubrir que nada externo a nosotros puede hacernos daño, salvo que le otorguemos ese poder, me otorga una poderosa confianza en mi propia divinidad. Me hace un poco más consciente de mi verdadera identidad y la razón de ello, al menos eso creo, se debe a que puedo experimentarlo en cada instante de mi existencia.
La experiencia no se puede enseñar, hay que vivirla para que se integre en nuestra conciencia y despierte a la percepción verdadera, a la consciencia, la cual nos otorgará la visión de la experiencia Una.
Esta Lección podemos enfocarla como una invitación que nos lleva a compartir la toma de decisión de no otorgarle a nada externo el poder de hacernos daño, sino que hacemos consciente en nosotros, que esa potestad tan solo la puede otorgar nuestra mente.
Algo similar ocurre con el estado de libertad. Nadie puede hacernos esclavos, ni prisionero, si no le otorgamos el papel de dueño o carcelero. Y lo más importante, si le otorgamos ese poder, es porque nos estamos tratando en esa misma condición a nosotros mismos, es decir, estamos ejerciendo un poder desmedido sobre nuestra manera de ver las cosas y estamos privando de libertad a las fuerzas creadoras que forman parte de nuestro ser.
Es divertido practicar esa visión en el mundo que nos rodea. ¿No lo has puesto en práctica nunca? Puedes planteártelo como un juego. No se trata de ir descubriendo por ahí a los "pokemon". La alusión a lo del juego, es para que mandes un mensaje a la mente de que lo ilusorio debe ser percibido como algo irrisorio.
Bien, sigamos. Algo importante desde el principio. Tener claro el objetivo. ¿Lo tienes claro? Lo recordamos. Hoy, cada vez que nos encontremos con alguien con los que tengamos que interactuar (relacionarnos) lo veremos como un espejo, en el que nos estamos proyectando y lo más importante de este nivel del juego, prestamos atención al poder que le estamos otorgando sobre nuestra manera de ver las cosas. Por ejemplo, acabas de llegar al trabajo y tu compañera de mesa se dirige hacia tí y te reprocha que llegas tarde. Suele tener ese comportamiento contigo y ello te provoca ira. Luego, tu mente, lo que suele hacer, es justificar que tienes que atacarla y responder a su ataque, pues estás eligiendo darle el poder de que sea la causa justificada de tu emoción de ira.
Pero hoy, no darás esa respuesta. Hoy tienes la certeza de que la decisión de que te sientas atacada no es de tu compañera, sino de ti misma. Le quitas el poder que antes le otorgaba y llega la maniobra que puntúa doble en el juego, y te da dos vidas gratis, eliges no ver el ataque. Esto lo llaman perdón.
Reflexión: Nada, excepto mis propios pensamientos, me puede hacer daño.
Que Maravillosa Ensenanza que Nos Despierta a la Verdad de la Causa de Nuestros Sufrimientos, Espiritu Santo te Etrego todo Mi SER, Decide Por Mi. Todo lo Pongo en Tus Manos Es Mi Mejor Opcion para Que EL me Conduzca y Me Guie. Namaste.
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