1. De una nueva percepción del mundo nace un futuro muy diferente del pasado. 2El futuro se ve ahora simplemente como una extensión del presente. 3Los errores del pasado no pueden ensombrecerlo, de tal modo que el miedo ha perdido sus ídolos e imágenes y, al no tener forma, deja de tener efectos. 4La muerte no podrá reclamar ahora el futuro, pues ahora la vida se ha convertido en su objetivo, y se proveen gustosamente todos los medios necesarios para su logro. 5¿Quién podría lamentarse o sufrir cuando el presente ha sido liberado, y su seguridad y paz se extienden hasta un futuro tranquilo y lleno de júbilo?
2. Padre, cometimos errores en el pasado, pero ahora elegimos valernos del presente para ser libres. 2Ponemos el futuro en Tus Manos, y dejamos atrás nuestros errores pasados, seguros de que Tú cumplirás las promesas que nos haces en el presente, y de que bajo su santa luz dirigirás el futuro.
¿Qué me enseña esta lección?
Si vivimos nuestro presente como el efecto de nuestro pasado, estamos atribuyendo a ese estado temporal la causa que da origen a nuestro estado actual. Si creemos que en nuestro pasado fuimos actores que propiciamos el pecado, estaremos justificando que el sufrimiento tenga lugar en nuestro presente.
El presente es ilimitado. En el presente, tenemos libertad para elegir el modo de ver las cosas. Los efectos siguen a su fuente, es decir, a la causa. Pero la causa, al dejar de pertenecer al pasado y al ubicarla en el presente, siempre nos ofrece la oportunidad de visionarla bajo la mirada del perdón, lo cual nos libera de la necesidad del sufrimiento y del dolor.Reflexión: ¿Estamos viviendo el pasado en nuestro presente?

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